Alfonso Hernández Catá, otro gran humanista olvidado

Dramaturgo, poeta, novelista y periodista, además de diplomático, Fundación Banco Santander recupera la figura de este prolífico autor hispanocubano en un volumen que recoge una selección de sus cuentos, bestiarios, haikus y semblanzas

El escritor, periodista y diplomático Alfonso Hernández Catá, hacia 1907 ABC

25/06/2021
Actualizado a las 14:30h.

La vida es siempre demasiado corta. Más, incluso, que algunos haikus. Pero a Alfonso Hernández Catá (1885-1940) la muerte le llegó sin tiempo para que los muchos lectores que merece su prolífica obra pudieran, siquiera, descubrirle, al menos en España. Dramaturgo, poeta, novelista ... y periodista, además de diplomático, falleció en un accidente de avión, camino de São Paulo (Brasil). Al rescatar su cadáver de entre los restos de la aeronave, se encontraron, en uno de sus bolsillos, un papel que contenía el principio de un cuento. Ese intento de relato quedará, para siempre, inédito, pero no los 17 que Fundación Banco Santander , dentro de su colección de Cuadernos de Obra Fundamental, ha recuperado en el volumen 'El alma de los muertos ', que reúne, además, haikus, bestiarios y semblanzas, e incluye la elogiosa despedida que, a su muerte, escribió Gabriela Mistral , hasta ahora desconocida.

De padre español –el teniente coronel Ildefonso Hernández Lastras, destacado en Santiago de Cuba– y madre cubana –Emelinda Catá Jardines, cuyo progenitor era un gran nacionalista–, el 'Príncipe de los cuentos', en palabras del crítico Federico Sainz de Robles , nació en Aldeadávila de la Ribera, un pequeño pueblo de Salamanca, pero a los tres meses de su nacimiento su familia marchó a Cuba. Al morir su padre, cuando él tenía sólo ocho años, su madre le mandó de vuelta a España, para que estudiara en el Colegio de Huérfanos de Militares de Toledo . Regresó a la isla en 1905, se estableció en La Habana y adquirió la nacionalidad en 1907. Fue en Cuba donde comenzó su carrera diplomática, que le llevó a países como España, claro, pero también Francia, Inglaterra, Panamá, Portugal, Chile o Brasil, y su trayectoria como prolífico escritor.

Admirado por la ya mencionada Gabriela Mistral , que dijo de él que era un «admirable periodista», Stefan Zweig elogió la extraordinaria calidad de su prosa y la profunda psicología de sus personajes, aunque su maestro fue, sin duda alguna, Benito Pérez Galdós . Sus relatos y artículos aparecieron en 'Blanco y Negro', la ilustre revista de esta casa, 'La Estafeta Literaria', 'Mundo Latino', 'El Imparcial' o 'La Libertad', donde dio rienda suelta a su talento en semblanzas y retratos periodísticos a personajes como el propio Galdós, Valle-Inclán, Oscar Wilde, Henry James o María Zambrano, muchos recogidos en el volumen que publica Fundación Banco Santander .

También tocó el teatro. Junto con su amigo –y cuñado, ya que se casó con su hermana– Alberto Insúa escribió varias obras que protagonizaron actrices como Margarita Xirgu . Además, Hernández Catá defendió siempre la importancia de la naturaleza, y en su libro 'Casa de fieras' desplegó el bestiario que incluye el libro de la Colección Cuadernos de Obra Fundamental . Todo ello sin olvidar la poesía, que cultivó en sus haikus, también contenidos, mediante una cuidada selección, en 'El alma de los muertos' .

Con su pacifismo beligerante por bandera, de carácter combativo y antiimperialista, Hernández Catá protagonizó, durante su etapa como cónsul de Cuba en Madrid , un episodio que dice mucho de su personalidad. En 1921 fue cesado unos meses después de que el Gobierno español protestara por varias de sus crónicas, donde mostraba su oposición a la Guerra del Rif y en las que reflejaba el malestar social por la marcha a filas de los jóvenes españoles.

Un gran descubrimiento

Fue Juan Pérez de Ayala , antólogo y prologuista del volumen, quien le habló, por primera vez, a Francisco Javier Expósito , responsable de literatura de Fundación Banco Santander, de Hernández Catá, y éste cayó rendido ante la evidencia de su necesaria recuperación. «Es un periodista que defiende los ángulos de la libertad y el espíritu, dentro incluso de su faceta de diplomático. Es uno de los grandes humanistas olvidados. Estamos ante un gran descubrimiento literario, es uno de los grandes cuentistas psicológicos de su época», aseguró Expósito durante la presentación de la obra, que contó con la presencia del propio Pérez de Ayala y del académico José María Merino , uno de los grandes maestros del cuento en España.

«Para mí ha sido un descubrimiento, he quedado deslumbrado. No pensaba que tuviésemos a tan excelente cuentista en nuestra lengua y no lo conociésemos. Cómo entra en la psicología, en el alma de los personajes, para profundizar en la capacidad obsesiva, de alucinación del ser humano. Enlazo mucho estos cuentos con ‘El Quijote’ , la vida como sueño es algo muy español, continuamente estamos viviendo alucinaciones colectivas. Es una magnífica colección de relatos, muy peculiares, que tienen que ver con ciertos excesos psicológicos», confesó Merino.

Pérez de Ayala, por su parte, destacó el estilo de Hernández Catá , que describió como «mágico», con la esperanza de que la obra de Fundación Banco Santander despierte el interés, la curiosidad de los lectores, y los divierta. «Es más conocido en Cuba, en América, que en España. En nuestro país no se le leyó», remató el antólogo. Un desconocimiento que, por fin, puede tener remedio.