John Connolly: «El boom de la novela negra surgió en Irlanda tras el fin del terrorismo»
Se publica en España «La ira de los ángeles», una nueva entrega de las andanzas del detective Charlie Parker, que el escritor ha firmado este fin de semana en la Feria del Libro
susana gaviña
El hallazgo de un avión enterrado en el corazón de los bosques de Maine cambiará, en principio para bien, la vida de Paul y de Harlan. Sin embargo, años después, la revelación en el lecho de muerte de este último del descubrimiento, un secreto guardado ... durante décadas, desencadenará una batalla entre la naturaleza del mal y el Coleccionista, un cazador de almas perdidas. Y que Charlie Parker se vea inmerso en una nueva investigación donde volverá a utilizar sus métodos poco ortodoxos.
«La ira de los ángeles» (Tusquets) es la novela número doce en la que John Connolly (Dublín, 1968) retoma el personaje de Parker, y en la que vuelve a maridar los géneros de lo sobrenatural y fantástico, con la novela negra, provocando una lectura trepidante pero también una sensación muy inquietante.
«La ficción de misterio es bastante conservadora. A mí me gustan las novelas clásicas, pero este tipo de ficción no ha creído en lo sobrenatural porque las raíces de las novelas de misterio se basan más en la razón, en la lógica. Tienes un cuerpo, recabas las pruebas y terminas encontrando al criminal. Es un universo ordenado, pero casi nadie de nosotros vivimos en ese universo -se justifica John Connolly, que el viernes y el sábado ha firmado ejemplares de su novela en la Feria del Libro -. La gente no se comporta siempre racionalmente. El mundo es mucho más raro de lo que creemos».
Formación católica
Criado «como católico», el escritor irlandés asegura que es «muy difícil salir del mundo católico y ser racional. Es un antagonismo. Además, de la sociedad de la que vengo, nuestro género de ficción es el fantástico y sobrenatural. Está muy enraizado». No sucede lo mismo con la novela negra, que está viviendo un boom en ese país. «Es una consecuencia del final del terrorismo. Es difícil escribir novela negra cuando hay tanto crimen. Durante mucho tiempo la sociedad irlandesa era muy cerrada y muy protectora. Hasta hace poco no hemos conocido los escándalos sexuales de la Iglesia; ni el proceso de planificación del gobierno de Irlanda, que estaba completamente corrupto... En la última década Irlanda se ha fracturado y se han abierto grietas, y a la novela negra le encanta explorar esas grietas».
La corrupción está presente en «La ira de los ángeles», principal detonante de la pérdida de almas. «En la novela hay distintos niveles de corrupción, igual que hay distintos niveles de maldad, que contribuyen a esa corrupción». La sombra de la duda llega a planear incluso sobre Charlie Parker, que antes fue policía y cuya mujer e hija fueron atrozmente asesinadas. «Es un hombre bueno que no es convencional. Conoce sus fallos como ser humano, y esto le permite saber lo vulnerable que puede ser la gente. Una de mis citas favoritas es la del escritor Edmund Burke que dice que lo que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos se queden quietos y no hagan nada. Y Parker no se queda quieto. Esto le permite además dar salida a su rabia, pero también buscar su redención, aunque su moral no sea del todo clara. Él no es un superhéroe, porque nadie lo es».
«Parker no es un superhéroe, porque nadie lo es»
Western metafísicos
Hay quien ha catalogado esta serie de novelas como western metafísicos o como una combinación de Stephen King y Quentin Tarantino. «También las han descrito como góticas detectivescas, y creo que eso sí me gusta -bromea-. Yo me veo como un escritor de misterio».
Connolly, que estudió Filología Inglesa y Periodismo en Dublín, alterna esta serie de novelas con otra, protagonizada por Samuel Johnson, dedicada a un público adolescente, lo que le permite dejar descansar a Parker y retomarlo con «fuerzas renovadas».
También está inmerso en una trilogía «The chronicles of the invaders», que escribe junto a su pareja, la periodista Jennifer Ridyard. «Ha sido lo más difícil que he hecho. Nunca colabores con alguien que te puede echar veneno en tu comida, o que te pueda hacer cualquier cosa mientras duermes», aconseja entre risas.
«Me hice escritor porque no me gustaba jugar con otros niños»
En cuanto a si se implica en los proyectos cinematográficos relacionados con sus relatos, se muestra tajante. «Es algo que está fuera de mi control. “El libro de las cosas perdidas” lleva siendo una opción desde hace más de diez años. Es una lotería, y además yo me hice escritor porque no me gustaba jugar con otros niños, y si te involucras en el cine y en la televisión vas a tener que jugar con otros chavales», reconoce.
A pesar de su éxito como escritor, Connolly, que comparte agente con la escritora Tana French , no ha abandonado del todo su carrera como periodista, que retoma de manera «esporándica» entrevistando a sus escritores favoritos. ¿Cuál es la pregunta que nunca les haría? «De dónde consiguen sus ideas», se ríe.
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