obra inédita
«Rubianes quiso ser Ramallets y Chamaco»
La hermana del actor presenta «Pepe Rubianes inédito», recopilación de escritos que el actor dejó tras su muerte en 2009
«Rubianes quiso ser Ramallets y Chamaco»
Han pasado cinco años de su despedida oficial y ahora es cuando Carmen, la hermana de Pepe Rubianes, se ha visto con fuerzas para desempolvar muchos de los escritos del genial actor . «Tú sabrás muy bien qué hacer con este material», le dijo poco ... antes de cerrar los ojos.
El legado es grande en todos los sentidos y refleja su pasión por las letras. «Escribía desde pequeño y le dedicaba dos horas al día –desvela Carmen Rubianes-. Él era autor de todos los guiones y creo que llevaba un escritor dentro». Aireaba sus aficiones a los cuatro vientos. En sus textos descubrimos que fue educado en la cultura futbolera y toreril: «De crío quería ser (después de Ramallets, el sublime portero del Barça) Chamaco, el gran torero andaluz. Se hospedaba, cuando toreaba en Barcelona, en un hotel, el Comercio, muy cerca de mi casa, y lo veía por las mañanas ir a misa, a la parroquia de la Merced, y por la tarde ir a la plaza con su traje de luces y empaque».
«Él escribía siempre –recuerda con cariño su hermana-. Aunque no lo hacía con la intención de publicarlo». El editor Josep Forment, de Alrevès, que presenta «Pepe Rubianes inédito», quiere aclarar que «el libro no lo ha hecho Pepe pero los textos son de Pepe. Queremos que la gente sepa que más allá del cómico, Pepe fue un intelectual. Este libro es para reír y para llorar mucho».
Este ejemplar coincide con la promesa del alcalde Trias de dedicar una plaza en el Paralelo a Rubianes. «El Paralelo está muy ligado a la juventud de Pepe que se lo recorrió muchísimas noches junto a mi padre y mi tío Lalo; sería un honor si le ponen su nombre a una plaza», declara Carmen.
Gallego de nacimiento, siempre fue muy inquieto. «Le encantaba viajar y hubo tres países que le entusiasmaron y a los que voló en tantísimas ocasiones: Cuba, Kenia y Egipto. El lector también conocerá al Pepe viajero». También hay hueco para el Diccionario Rubianes con acepciones tan sarcásticas como la de «Afrancesado: actor catalán sobradamente conocido, mimado por el Poder hasta que creyó que el poder era él, y el poder, lógicamente, le dio por culo». O tan entrañables como: «Carmen: mi hermana».
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