Arranca BCNegra: elemental, querido Andrea

De hecho, la semana de novela negra de Barcelona es, además de una oportunidad inmejorable para reunir a un buen puñado de especialistas en el noble arte (literario) de matar, un misterio en sí mismo. Un enigma que le haría bailar la cabeza al mismísimo Sherlock Holmes, protagonista este año de una exposición temática en la Biblioteca Arús y de una mesa redonda sobre detectives victorianos, y que no es otro que su capacidad para amoldarse a unos tiempos de crisis y, como subraya su organizador, el librero Paco Camarasa , «desconcierto editorial».

Una sobredosis de suspense que ha dejado a BCNegra sin autores americanos -los billetes, señala Camarasa, son demasiado caros- pero que, paradójicamente, se traduce en su edición más abultada, con tres días más de actividades, récord absoluto en el número de editoriales participantes -49 en total- y más de medio centenar de actividades, todas ellas gratuitas, para matar mucho más que el tiempo. El misterio es aún mayor si tenemos en cuenta que el festival sigue anclado en los 95.000 euros de presupuesto, cantidad que, en efecto, quizá no llegue para pagarle el billete a Michael Connelly o James Ellroy, pero que BCNegra ha sabido transformar en un jugoso programa de mesas redondas, conferencias, proyecciones cinematográficas, conciertos y exposiciones que se alargará hasta el próximo 8 de febrero.

En realidad, la cita barcelonesa arrancó ayer de forma extraoficial con la inauguración «Si més no, Simenon», muestra que hinca la rodilla ante el escritor belga en la biblioteca Casa Fuster reuniendo textos inéditos del creador del comisario Maigret así como las portadas para las traducciones al castellano que realizó Ricard Giralt Miracle entre 1948 y 1953 -todas ellas firmadas como Tlarig para evitar la censura-, pero será a partir de hoy, coincidiendo con el desembarco de los primeros autores, cuando la cita empiece a ganar altura.

Así, a la espera de que llegue el día grande de Camilleri y mientras Luis Magrinyá investiga en los antepasados literarios de Sherlock Holmes, el holandés Gauke Andriesse explorará la relación entre crimen y arte; los británicos Peter James y Sophie Hannah pasarán revista a la salud de la novela negra inglesa y, como en el caso de Hannah, abordarán los retos que supone resucitar a un personaje histórico como Poirot ; Amalia Lafuente se acercará al lado más oscuro de la ciencia; Carlos Zanón , Dolores Redondo y Teresa Solsona escenificarán el relevo generacional de la novela negra española; y la italiana Ben Pastor exhumará crímenes de la II Segunda Guerra Mundial.

A falta de mayores y más lucidos referentes del crimen internacional, la cita barcelonesa echa mano de la imaginación para preguntarse si la mejor novela negra no estará actualmente en la televisión, intentar averiguar cómo influye la fisionomía de una ciudad en sus delitos, adentrarse en una agencia de detectives de la mano del director de Método 3, Francisco Marco, y, en fin, seguir alimentando un misterio que haría sudar tinta al mismísimo Sherlock Holmes.