Los cuentos inéditos del camarada Grossman
Llegan por primera vez a España las narraciones del autor de «Vida y destino», seleccionadas por el filósofo Tzvetan Todorov
INÉS MARTÍN RODRIGO
El 14 de septiembre de 1964 Vasili Grossman (Berdíchev, 1905) fallecía en Moscú, víctima de un cáncer de estómago. Lo hacía solo y desalentado, habiendo escrito «Vida y destino» , su obra más grande, pero sin saber siquiera si alguna vez sería publicada. En ... sus últimos años, el autor soviético había ido repartiendo entre sus amigos y colaboradores, la mayoría disidentes, sus manuscritos, ante el temor de que fueran requisados por el régimen (como sucedió con «Vida y destino»). Entre dichos manuscritos se encontraban los cuentos que componen «Eterno reposo y otras narraciones» (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), libro hasta ahora inédito en España y que el 20 de noviembre se publica en nuestro país.
Las historias, seleccionadas por el filósofo Tzvetan Todorov (Sofía, 1939), fueron escritas entre 1953 y 1963 y muestran a un Grossman sin ataduras ni restricciones. Ya no tiene ningún tipo de reservas, no intenta imitar la línea oficial. Según explica Tzvetan Todorov en conversación telefónica, «sus historias se dirigen a sus contemporáneos, españoles, alemanes, británicos... y también a los lectores rusos cuando ellos estuvieran listos para recibirlas. Durante el último periodo de su vida, escribió como un hombre perfectamente libre».
Así, por ejemplo, en «La Madonna Sixtina» (tercer cuento del volumen, que está editado cronológicamente) el autor soviético habla sin tapujos de la religión, un tema que durante años fue tabú en Rusia. En «Abel (6 de agosto)», cuento que data de 1953, Grossman aborda la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima . Para él, esa violencia está al mismo nivel que otros crímenes mucho más obvios cometidos por los totalitarismos nazi y soviético. Narra, por tanto, la sumisión del destino individual a los proyectos políticos. Su propia experiencia, en definitiva. Pero el relato más triste de todos es, según Todorov, «En Kislovodsk». En él, el autor soviético cuenta la historia del médico Nikolái Víktorovich y su mujer, Yelena Petrovna, que deciden suicidarse ante el destino fatal de los soldados soviéticos ingresados en su hospital. Antes de ingerir el veneno mortal, bailaron más abrazados que nunca y bebieron champán.
A Todorov le hace «muy feliz que estos cuentos lleguen, por fin, al lector español, porque realmente merecen ser conocidos». Su principal criterio de selección fue «que todos pertenecieran al último periodo de su vida». Vasili Grossman había escrito muchos cuentos desde el principio y «siempre intentó publicarlos, para lo que tuvo que aceptar las restricciones de la censura». Pero, después de 1953, año en el que fallece Stalin y Kruschev da paso a una tímida apertura, «decidió que no aceptaría ningún tipo de compromiso, por mucho que las editoriales o los medios se lo exigieran».
El papel de la violencia
Siendo el criterio cronológico el punto de partida de Todorov, a continuación el filósofo se centró en «aquellos cuentos que, de un modo u otro, trataban la vida en el régimen totalitario y el papel que la violencia desempeña en la naturaleza humana». Porque, como escribe el propio Grossman en uno de los relatos, «el dolor y las tormentas son inseparables de la vida humana, aunque no toda ella es dolor y tormentas. A veces parece que los sucesos cotidianos de la vida, relacionados con el trabajo, el amor y la amistad, son tan difíciles de sobrellevar como sus tormentas».
El Grossman de estos cuentos «muestra una sensibilidad extrema y una magnífica capacidad narrativa», asegura Joan Tarrida , editor del autor soviético en España. De hecho, según Tarrida, «Eterno reposo y otras narraciones» (que escribió mientras estaba trabajando en «Vida y destino») muestra al «Grossman más maduro, mucho más cercano a su esencia: al final siempre prevalece la bondad del ser humano».
A juicio de Todorov, todos los cuentos «abordan los mismos problemas, la vida enfrentada a la violencia del Estado, pero también la percepción del mundo a través de los ojos de la gente corriente». Una de las características esenciales de la obra de Grossman (que aquí se refleja particularmente) es que «nunca describe la vida de los héroes, sino la de la gente que se comporta de forma normal». Para Grossman, el universo humano no es el de los héroes o los santos, sino el de la gente corriente. Gente tan ordinaria como la que murió en el campo de concentración de Treblinka , de cuyo exterminio dio cuenta el autor soviético en un documento que fue utilizado como prueba en los juicios de Núremberg .
Pero también como su madre, a la que el autor soviético adoraba y cuya muerte (fue asesinada, junto a más de 30.000 judíos, en Berdíchev , su ciudad natal) fue, junto a su experiencia en la guerra, el golpe definitivo que cambió su vida y su destino. Como cuenta Tarrida, «hasta la guerra, Grossman es un escritor convencido de que el comunismo es un sistema político válido, incluso tiene novelas que cantan al régimen soviético». Es apreciado por el régimen (de hecho, aunque sus obras sí fueron requisadas y prohibidas, él nunca llegó a ser deportado a los campos de trabajos forzados) y lo mandan como corresponsal al frente junto al Ejército Rojo , pero lo que escribe es tan bueno que es devorado por los soldados soviéticos. Y la guerra lo cambia todo.
Esto le convirtió, según Todorov, en «el mejor analista y narrador de la vida soviética, con obvias ambigüedades, pero enorme generosidad». En esta línea, Tarrida asegura que « “Vida y destino” es la gran novela sobre la guerra en el siglo XX, igual que “Guerra y paz” lo fue en el XIX». Grossman mantuvo su creencia en la bondad humana y, aunque no predijo la desaparición del régimen, fue «el primero en darse cuenta de que el nazismo y el estalinismo son dos caras del totalitarismo».
Hoy en día, la URSS es historia y la figura de Grossman no para de crecer. Y seguirá creciendo en España, ya que a finales de 2014 Galaxia Gutenberg publicará un libro coordinado por su hijastro y formado por cartas, notas personales y papeles que recogen el día a día del autor soviético. Grossman visto por sí mismo, en primera persona.
Los cuentos inéditos del camarada Grossman
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