«El resplandor», de Stephen King, vuelve a brillar 36 años después

Las dos primeras las había creado junto a un cubo de basura repleto de pañales usados, en un espacio reducido y agobiado de trabajo y responsabilidades. No es de extrañar que King abriese un mapa de EE.UU. y eligiese un sitio al azar al que huir para situar su siguiente novela. El lugar donde se posó su dedo fue Boulder, Colorado, y allí viajó con su familia hasta un hotel abierto fuera de temporada, donde eran los únicos clientes .

Atrapado en un hotel

Así nació su tercera novela, titulada «El resplandor» e iba, curiosamente, de un escritor frustrado con un problema de alcoholismo atrapado con su familia en un lugar del que era imposible escapar, que comienza a odiar a su propio hijo . Dicen que los autores volcamos de forma inconsciente nuestros miedos e inseguridades en la ficción, pero aquel argumento era de todo menos sutil. Era una manifestación cruda y sin ambages de la colisión entre el fin de los sueños de juventud y el inicio de la paternidad, mezclados con una horripilante historia de fantasmas .

El libro fue llevado al cine por Kubrick con Nicholson como protagonistaEl resultado fue su primer libro publicado directamente en tapa dura, número uno en la lista de best sellers del «New York Times» y una película memorable, dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Jack Nicholson , que enfadaría profundamente a King. «Kubrick no ha captado en absoluto de lo que iba mi novela», afirmaría. Lo que no impidió que la adaptación catapultase aún más la fama de King.

Tres décadas y media después, con más de 400 millones de copias vendidas de sus 50 novelas y una carrera con altibajos en cuanto a la calidad (nunca respecto a la fidelidad del público), Stephen King aborda la secuela de «El resplandor» con todas las papeletas para que el resultado fuese un refrito de uno de sus grandes éxitos. King ya se había imitado a si mismo en desastres como «Cell», «Dreamcatcher» o «Tommyknockers», revisitaciones fallidas de grandes novelas suyas como «Apocalipsis», «It» o «Salem’s Lot». Sorprendentemente, el resultado es una buena novela , que sin llegar al podio de los grandes trabajos de King, gustará a los fans y a los nuevos lectores.

Casas encantadas

Puedes derrotar al mal, pero nunca puedes escapar de él. Así podríamos resumir la premisa moral de «Doctor Sueño» . Si «El resplandor» era el paradigma de las novelas de casas encantadas y basaba sus raíces en el horror, su secuela es una aventura de tintes sobrenaturales . Su protagonista es Danny , el niño que recorría montado en un triciclo el maligno hotel Overlook . Ahora atiende por Dan, tiene el mismo problema de alcoholismo que condenó a su padre, y el don del resplandor , que le permite ver a los muertos.

Convertido en un espíritu errante, Dan encontrará una oportunidad de redimirse a sí mismo y de salvar al Danny que nunca llegó a escapar del todo del Overlook cuando una banda de asesinos que se alimentan de niños con el resplandor amenacen a Abra, una niña que cae bajo su protección. Abra es poseedora de un poder que hace palidecer al de Dan, lo cual atraerá la codicia de los depredadores.

Historia cautivadora y vibrante

Con un final mucho más satisfactorio de lo habitual en Stephen King, «Doctor Sueño» es una historia cautivadora y vibrante que nos hará revisitar el mundo de una de las mejores novelas de terror jamás escritas. King es un autor muy distinto del que firmó «El resplandor» en 1977. Al igual que Dan Torrance, lleva muchos años sobrio, ha abandonado su adicción a la cocaína y al alcohol , y ha crecido y madurado como escritor dentro de un mundo extraño y sobrenatural.

El genio crudo y sin procesar de su primera época se vuelve aquí sutileza y atracción por los personajes más repelentes, a los que transforma en metáforas de nuestra propia realidad. La banda de depredadores que devora lo que necesita sin remordimientos ni lamentaciones contrasta a la perfección con el tema central de familia y amistad que King convierte en la espina dorsal de la obra. En resumen, un regreso del rey del terror a la buena senda, aunque sin alcanzar el estatus de clásico imprescindible que ya ha alcanzado la novela precedente.