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El Tren más reinvindicativo de la Semana Negra busca la luz al final del túnel
La XXVI edición del certamen literario gijonense homenajea al movimiento obrero y recuerda el golpe de Estado contra Allende
PACHÉ MERAYO y ALBERTO PIQUERO
Libros, música, pintura, fotografía, poesía, política, corrupción y lecciones de historia se sucederán durante diez días en Gijón, de la mano de 140 escritores de diferentes géneros. El humo de los fritos, el sabor de la paella y el ruido de los astilleros conviertieron ... ayer a Gijón en el escenario mestizo que, por vigésimo sexto año consecutivo, acoge la Semana Negra .
Con la imagen de un pintor de brocha gorda como cartel, un Rufo creado por Kike Herrero que rinde tributo al movimiento obrero, la Semana Negra busca iluminar los tiempos oscuros, a los que la consejera asturiana de Cultura se refirió el pasado sábado como «esos periodos de incertidumbre que requieren una escritura más intensa y lúcida», citando a Bertol Brecht.
Esa resistencia ante la adversidad es la que tuvieron los chilenos que sufrieron el golpe de estado que derrocó a Salvador Allende hace 40 años. Ese episodio, que protagonizará la Semana Negra, contará con la presencia del escritor Antonio Skármeta .
Igual de esperados son Petros Márkaris , uno de los autores europeos más aplaudidos del momento, que trae bajo el brazo «Liquidación final»; el cubano Leonardo Padura , que firma «El hombre que amaba a los perros», o en la novela de Dolores Redondo , «El guardián invisible». Todos llegaron ayer en el Tren Negro, que partió de Madrid para inaugurar el certamen con cuatro exposiciones de fotoperiodismo, criminología, ilustración y oficios del dique.
Un muerto «muy vivo»
Antes de partir hacia Madrid en Tren, el director de contenidos de la Semana Negra Ángel de la Calle informó a EL COMERCIO que libro que publicará este año la Semana Negra es «El país que nunca existió» , sobre la antigua República Democrática Alemana (RDA). En él han colaborado «escritoras alemanas que viven en España y escritoras españolas que viven en Alemania, como Rosa Ribas, además de autoras germanas que aquí no son muy conocidas, como Cecilia Dreymüller. O el que ha sido director del Instituto Cervantes en Munich, Ibon Zubiaur».
A pesar de las dificultades que ha atravesado la organización, De la Calle diagnostica que «como el teatro, la Semana Negra es un muerto que está muy vivo y goza de buena salud». Su propósito no es «conquistar lectores, no de mil en mil, sino de uno en uno». A pesar de que este año la organización dispondrá de 200.000 euros menos , los asistentes podrán ver y escuchar a otros autores como Lorenzo Silva o Luis García Jambrina , entre otros.
Hoy continúa esta edición de «la fiesta de la cultura», que hasta el 14 de julio abordará la escritura a cuatro manos , debates, conciertos y hasta entrevistas al óleo (a cargo del pintor Félix de la Concha). Además, se darán a conocer los premios internacionales de narrativa Hammet, Rodolfo Walsh , Espartaco de Historia y el Celsius de Ciencia Ficción, entre otros.
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