María Dueñas: «Me gustaría ver una convivencia pacífica entre el ebook y el libro de papel»

El cuentakilómetros de esta doctora en Filología Inglesa suma dos giras por EE.UU. («una con tapa blanda y otra con tapa dura»). Dueñas también ha presentado su novela -una de las pocas que ha aparecido en la lista de libros más vendidos de «The New York Times» - en la Feria del Congreso de Washington. En Latinoamérica ha visitado Brasil, México , Colombia... También se ha acordado de Asia y Oceanía. Rusia, Australia y China han contribuido a labrar este best seller histórico.

«El pálpito emotivo es el mismo en todo el mundo», dice esta ciudadrealeña afincada en Cartagena (Murcia). Un fenómeno que tira de la «agarradera humana» del libro para plasmar sentimientos universales como el amor, la traición o el sufrimiento. El hecho de que tras cuatro años de promoción la «reclamen» en ferias como la de Taipei (Taiwán), le resulta muy «grato».

La otra «agarradera» es la Guerra Civil, un marco histórico en el que caben lectores «holandeses, americanos y chinos». Desconocen los detalles, pero «el conflicto despierta en ellos gran curiosidad», como han demostrado.

Versión televisiva

En España, «El tiempo entre costuras» fue el libro más leído en 2011, y pronto se estrenará en Antena 3 en forma de serie . Dueñas, que supervisó el guión durante varios meses, considera que, aunque «son dos productos distintos », la serie es muy respetuosa «con el alma de la novela». También el rodaje de esta historia ambientada en los prolegómenos de la guerra ha cruzado fronteras. En concreto, las de España, Marruecos y Portugal.

Lo único que parece haber alterado el éxito en la vida de María Dueñas es su trabajo. La promoción de su primera incursión literaria la empujó a abandonar las aulas de la Universidad de Murcia. Allí enseñaba desde hace veinte años, pero se dio cuenta de que compaginar ambas facetas era «complicadísimo», y que al hacerlo «no estaba al cien por cien en ninguna de las dos». Aunque sigue en excedencia , ve difícil regresar.

«Sin la etapa universitaria no habría podido escribir esta novela»Además de un grato recuerdo, de sus años de docente conserva la formación «como profesional, como persona, como todo...» . Asegura que, sin esa etapa «nunca habría sido capaz de escribir esta novela», por su formación filológica, metodológica y humana . Este sistema de trabajo cimenta sus obras con la documentación. Durante varios meses fundamenta con lecturas las «coordenadas geográficas, políticas y sociales» de los personajes. Dedica mucho tiempo a construir esos cimientos, para que sean sólidos, pero le «apasiona».

Grandezas y miserias

El resultado de esta labor son personajes «con sus grandezas y sus miserias, como las tenemos todos». Personajes como Blanca, la protagonista de su última novela, «Misión olvido» , que se marcha a trabajar a una universidad californiana para superar su fracaso matrimonial. Aunque con la crisis la huida al extranjero «se ha convertido en algo más colectivo», Dueñas se incluye entre las «mil personas» que han estado entre ese «ir y venir permanente».

Como ella, sus personajes evolucionan con el tiempo. Al igual que Blanca, Dueñas ve ahora «las cosas con una mirada mucho más crítica». Se ha vuelto más tolerante con muchas cosas, y otras las tiene «más claras» que antes. Mientras Blanca «marca el ritmo de su vida» , a Sira la empujan «las circunstancias (los hombres, sus padres, etc.).

«Todo me ha ocurrido con un ritmo pautado»La vida de María Dueñas no se ha visto demasiado afectada gracias a que todo ha ocurrido «con un ritmo pautado» , lo que le ha permitido asumir el éxito «con mucha satisfacción, pero también con una mirada pragmática».

Ahora está centrada en la Feria del Libro , donde coincidirá con Matilde Asensi , una escritora «pionera en abrir camino a las mujeres de grandes éxitos en España», con la que se va encontrando «en esta vida de locos» que llevan.

En la Feria espera «vender mucho», para contribuir con sus ventas y sus lectores a que «todo vaya lo mejor posible» en el sector editorial. También sueña con «ver una convivencia pacífica y armónica entre los soportes electrónicos, como el ebook, y los tradicionales», para que «el libro en papel no muera antes de tiempo».