La vida de Hugo Pratt, a la sombra de Corto Maltés
El mítico dibujante contó su vida y analizó su obra en cientos de horas de conversación grabadas con su amigo Dominique Petitfaux. Ahora se publican con el título de «A la sombra de Corto»

Este «A la sombra del Corto» (editorial Confluencias) viene después de «Deseo de ser inútil» (también de conversaciones con Petitfaux), y completa una obra que es a la vez biografía y autobiografía de un autor, Hugo Pratt, y de su personaje, Corto Maltés.
El editor Carlos Pranger ha dicho que al avanzar en la lectura de este libro se comprueba que «el propio Pratt se postula como autor del libro, emerge el dibujante, el hombre, el intelectual, el escritor, y toma el mando de las operaciones y que es Hugo Pratt quien está escribiendo su autobiografía y también la biografía de Corto Maltés».
Según Pranger, se trata del «libro más completo que existe sobre Hugo Pratt». Además de que reúne una bibliografía completa sobre su obra, «analiza y desmenuza todas las obras de Pratt desde sus comienzos, reproduce más de 200 de sus dibujos, se incluyen algunas historietas inéditas y cuenta con un índice onomástico detallado».
Retrato y relato
«Si la Inquisición volviera, yo sería uno de los primeros que mandaran a la hoguera»; «tenía 13 años cuando tuve mis primeras relaciones amorosas, cuando empecé a gastar dinero en mujeres», y «en la vida uno comienza siendo onanista, para al final acabar reenganchándose» son algunas de las frases que Pratt le dice a Petitfaux y que van conformando su retrato y el relato de su vida.
Pranger ha explicado que «este libro nace del afortunado encuentro de Hugo Pratt con Petitfaux en 1985 en una librería de París, cuando Petitfaux, gran conocedor de la obra de Pratt, abordó al dibujante diciéndole que quería establecer una cronología de la vida de Corto Maltés, pero que le faltaban algunos datos».
Entonces «Pratt invitó a comer a Petitfaux, quien le expuso que, según sus cálculos, Corto Maltés tuvo que nacer el 10 de julio de 1887; Pratt se mostró sorprendido por la averiguación y desde aquel día se hicieron amigos», ha añadido el editor.
Universo cultural
No obstante, las entrevistas a las que Petitfaux sometió a Pratt entre 1987 y 1989 fueron de tal intensidad y duración que, según ha recordado Pranger, el dibujante estuvo a punto de tirar la toalla en varias ocasiones.
Petitfaux aspiraba a hacer «un libro canónico sobre Pratt», para lo que planteó al dibujante «cuestiones acerca de todas sus historietas, pasándoles revista cronológicamente, a la vez que le hacía hablar de sus referencias culturales, de su método de trabajo y de su visión sobre sí mismo como creador, y así transcurrieron dos años, trabajando juntos en la casa del dibujante».
Según Pranger, estas páginas desvelan que Pratt es «un creador que pasa en unos segundos de un universo cultural a otro, mencionando a René Clair y a Roberto Arlt, a Orde Wingate y a Dizzy Gillespie, a Wolfram von Eschenbach y a Giovanni Fattori» y que sus historietas tienen «una vigencia sorprendente, se nutren de todas las culturas».
«Aun siendo clásicos, sus temas son sólo el soporte donde Hugo Pratt desliza sus propias creaciones, y los personajes históricos y los ficticios son tan hábilmente superpuestos en el guión que a menudo es difícil distinguir los unos de los otros, de modo que el lector puede tomar por ficticio a un personaje que realmente ha existido, y a la inversa», ha añadido Pranger. Y así hasta preguntarse «¿Es Hugo Pratt el pirata Corto Maltés?».
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