Blecua: «Mantuvo su lucidez hasta el final»

Sampedro ocupaba la silla la silla F de la corporación desde 1991. La bandera de la RAE ondea a media asta en su memoria. La próxima sesión plenaria, prevista para el 11 de abril, se suspenderá, tal como es tradición cuando muere un miembro de la Academia.

Sobre su personalidad, Blecua, que se mostró muy triste al conocer la noticia, afirma que «era un hombre cuya primera condición era su formación, atractiva y extraordinaria, porque incluía diversos campos del saber humano, tanto en la economía, como en la literatura y sobre todo en la creación. Pero es que, además, hablaba muy bien, era poseedor de un discurso coherente y preciso, muy bien construido. Por si esto fuera poco, mantuvo hasta el final una cierta juventud conceptual y un espíritu crítico que lo hacían muy interesante como persona»

El director de la RAE lamenta que «en los últimos tiempos tenía que andar con bastón por una enfermedad en las piernas, y además venía menos, pero sé que mantuvo la lucidez hasta el último momento. De hecho recuerdo intervenciones suyas de la última época en las que se mostraba como el hombre capaz de traer la paz a nuestras reuniones entre posturas que a veces están muy enfrentadas, y además contribuía con argumentos llenos de sentido común y de su especialmente lúcido sentido de la realidad».

Desde un punto de vista cultural, Blecua destaca «su capacidad para enfrentarse a mundos muy distintos. Eso es algo que se ve en sus novelas. No tiene nada que ver el entorno del Tajo de 'El río que nos lleva' con los universos de 'Congreso en Estocolmo' o 'La sonrisa etrusca'».

En lo personal, y recordando el volumen 'Economía humanista' que publicó hace muy pocos años, «lo tengo en mi casa y quería que me lo dedicara, veo con mucha pena que me voy a quedar si esa dedicatoria»