Karma diabólico: Real Madrid 1 - Budismo 0

'Tierra trágame'

En uno de los momentos históricos de la Liga, Pepe pateó a Casquero inundado de ira ante un penalti cometido que, luego, dio igual

Hace siete mil años luz, la semana pasada, el Fútbol Club Palancas Barcelona jugó un partido de Champions contra el Oporto, donde continúa como jugador para mi sorpresa un inolvidable de la Liga Española y de la de Artes Marciales Mixtas, Pepe, el ... viejo gallo lusitano que fichó Calderón por 30 millones en el verano de 2007 y que lideró la defensa madridista durante los años de plomo de Guardiola, Messi y compañía.

Képler Laverán Lima Ferreira, alias Pepe, tiene ahora 40 y conserva el rapado uterino tras algún tonteo con los rizos. Central expeditivo, durante años fue casi infranqueable. E incombustible y no, a la vez, pues parece no tener fin su carrera pero combustionar eso sí sabe. El remake de 'Un día de furia' lo protagonizó el 21 de abril de 2009, casi 15 años ha, y permanece indeleble en la memoria. ¿Las Torres Gemelas del fútbol? Aquí el mundo vio a un hombre arder.

El partido iba empate muy cerca del minuto 90, y el Real Madrid necesitaba ganar obligatoriamente para no perder comba con el Barcelona, líder a seis puntos en la jornada 32. El Getafe, por su parte, se jugaba no bajar. Y en estas que no solo el equipo blanco no metía gol sino que Casquero ronda el área de Casillas con relativo peligro… y Pepe le empuja con muy relativo sentido. Penalti. Y cortocircuito para la eternidad.

O cómo camuflar la impotencia con la cortina de humo más irracional: 20 segundos de leches sin discreción. Como si en lugar de reconocer que se te han caído por el váter las lentillas recién compradas para un año de tu madre, quemas la casa. El acta del árbitro escribió: «En el minuto 86 fue expulsado por empujar por detrás a un contrario, evitando una ocasión manifiesta de gol. Una vez en el suelo y con el juego detenido, el jugador local propinó una patada al jugador objeto de la falta y un puñetazo en la cara a un adversario». Y faltan más patadas, agarrones de pelo, pellizcos y pisotones. Y como estrambote literario, cuando abandonó el campo, se dirigió al cuarto árbitro para decirle: «Sois todos unos hijos de puta».

Diez años después, Casquero echó en falta una llamada de perdón. Al parecer, solo lo hizo a través de los medios. A Pepe le cayeron diez partidos de sanción, siendo entonces la sexta más dura de la historia del fútbol español y la peor del Madrid si no entran las de Juanito en Europa (dos años sin jugar por agredir al árbitro ante el Grarsshoppers y cinco años por pisar a Matthaus).

Pero aún hubo un giro loco más. Porque Casquero lanzó el penalti… a lo Panenka. Una audacia que si te sale mal es vergonzosa, y Casillas paró, aunque todo estaba eclipsado pese a que el 'Geta' se jugaba la permanencia en Primera, que tampoco es baladí. Y aún le dio tiempo a meter gol a Higuaín poco después en esos minutos megavivos en los que se distorsionó diabólicamente la teoría del karma, de la causa-efecto. Porque Pepe pateó a un ser humano al creer que lo perdían todo. Y qué va, al contrario. Real Madrid 1 - Budismo 0.

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