Postales
Artículo inédito de Carrascal: El mundo, Europa, España
Reproducimos uno de las últimas columnas que envió José María Carrascal al periódico y que no había sido publicado
La mesa de Carrascal
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUn malagueño seguidor de mis columnas, y supongo que de las de los colegas de Opinión, me escribe para exponer una objeción. Por lo que respondo en otra de ellas. «Ustedes se concentran en lo que hace mal el Gobierno, que son muchas cosas, tomando ... parte en la batalla entre partidos. Cuando deberían proponer soluciones a los problemas que tenemos, por encima y debajo de la política, que es lo que interesa a los españoles, hartos de mentiras, escamoteos y demás problemas que tenemos. Es su papel, ya que los males los conocemos, ustedes deben saberlos y es su deber esclarecerlos», viene a decir.
Tiene usted razón, querido amigo, y voy a intentar responderle en el limitado espacio de una columna. Los países, naciones y Estados son hijos de la Historia y la Geografía, por lo difícil que resulta armonizar sus muchas diferencias. Los alemanes viven con el trauma de no haber formado parte del Imperio Romano y no han hecho otra cosa que intentar reconstruirlo ya con ellos dentro. Primero con el Imperio Carolingio, no hay que olvidar que consideran a Carlomagno su emperador, Karl der Grosse, luego con el Sacro Imperio Romano Germánico. Los franceses, al creerse los inventores del mundo moderno con Descartes y su Revolución; los italianos, porque viven aplastados por la herencia de Roma, una de las cumbres de la Historia Universal; los ingleses, porque se creen una isla, la idea es de Camba, por lo que les basta dominar los mares para dominar el mundo; Rusia, convencida de que es la defensora de Europa de las hordas asiáticas, y todas ellas gastando sus mejores energías en pelearse entre ellas. Mientras, España se forjaba en la Reconquista, donde se forja su ideario: la pureza de sangre, el orgullo, la espada como medio de conquistar riqueza y dinero, el rechazo del trabajo, sobre todo manual. Y cuando se expulsa a todos los moros y judíos, allí estaba el primer gran Imperio, del que ha de vivir durante tres siglos. Perdiéndose buena parte del Renacimiento, la Revolución política y la Revolución industrial, quedándonos con nuestras guerras civiles. Tres en el siglo XIX y una en el XX. «Escuela y despensa», grita Joaquín Costa, la generación del 98 le sigue y trae la II República. Pero meses más tarde clama: «No es esto, no es esto», trayendo otra guerra. Logramos sobrevivir a costa de perder la libertad, que recobramos milagrosamente sin sangre, e incluso entrar en Europa
Pero medio siglo después, todo ello está en entredicho, desde la unidad nacional a la igualdad de los españoles. ¿Nos salvaremos otra vez? Nadie lo sabe, empezando por el autor de la situación, que deja atrás a aquel tahúr del Misisipi que llamaban a Adolfo Suárez. Pero tanto va el cántaro a la fuente… En una próxima Tercera intentaré entrar más a fondo.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete