Joe Sacco: «El genocidio de Palestina no es culpa de Israel, es culpa de todo occidente»

Su última crónica periodística lo ha llevado al estado de Uttar Pradesh de La India, donde en 2013 sucedieron los disturbios de Muzaffarnagar, episodios de violencia extrema entre hindúes y musulmanes con centenares de muertos, miles de desplazados y un reguero de destrucción, abusos y violaciones. En 'El disturbio eterno' (Reservoir Books)' Sacco dibuja sus viajes a la zona y las historias que le contaron en sus entrevistas cabecillas religiosos, líderes políticos, cargos gubernamentales y víctimas de los atropellos. «Muchos políticos se aprovecharon de la situación tirando más leña al fuego y encendiendo a las masas. Vehicularon los disturbios en su interés propio y Mobi consiguió un año después su elección», comenta.

Esta interferencia de la política en la exaltación de las masas es un problema que se remonta a los años 30, con el auge del fascismo, y que culmina en Trump, el asalto del Capitolio y la criminalización del inmigrante. «Ahora vemos una gran teatralidad en los discursos de los políticos que potencian la violencia. Lo vemos con la instauración de los grupos antiinmigración ICE en Estados Unidos o en las declaraciones de secretario de defensa vanagloriándose de las muertes que han causado como si no hablasen de seres humanos. Es todo hiperbólico y perverso», señala Sacco.

Lo cierto es que la gente vota este tipo de discursos y Sacco entiende bien el motivo. «No hay soluciones sencillas a problemas complejos y cuando la sociedad está tan crispada, y el futuro parece incierto, es más sencillo apuntar con el dedo a un culpable, que proponer medidas eficaces. Es más fácil culpar al inmigrante que solucionar la falta de perspectivas de unos estadounidenses que ven como pierden status, no pueden disfrutar de una sanidad pública o que pierden sus casas sin poder entrar de nuevo en el mercado», afirma.

El problema, asegura, no es sólo estructural, sino también individual. La mayoría de estos grandes líderes, de Trump en Estados Unidos, a Modi en La India, muestran guiños totalitarios difíciles de disimular. «Tienen rasgos sociópatas o psicópatas, pero nadie les hace un análisis psicológico previo. Su sed de poder los desequilibra. Con un futuro cada vez más incierto, con el cambio climático y la IA en la orden del día, juegan la carta del miedo para dominar a los votantes y lo consiguen», asegura Sacco.

Tanto en La India, con la división de sus fronteras con Paquistán tras el derrumbe del imperio inglés, como en Israel y Palestina, con la imposición de un nuevo territorio por la comunidad internacional, occidente y el colonialismo parecen las causas durmientes de todos los conflictos presentes. «No podemos culpar a occidente de todos los males del mundo, pero sí que han dejado un reguero de problemas con sus imposiciones y omnipresencia. Y no es que occidente observe lo que ha provocado, pida disculpas y aprenda la lección, sino que la mayoría de las veces se limita a mirar a otro lado», dice el dibujante.

El claro ejemplo de esto es el actual genocidio en Palestina, que Sacco observa con pesimismo. «El teórico alto al fuego sólo ha permitido a Israel seguir haciendo lo mismo sin que la comunidad internacional le cuestione. Desde el alto al fuego han muerto 250 palestinos. No ha cambiado nada. No hay bombardeos, lo que es un avance, pero la violencia y acoso continúan. El genocidio no es sólo de Israel, es de todo occidente», observa.

El autor de 'Palestina' o 'Notas al pie de Gaza' prepara un nuevo libro gráfico sobre el territorio en colaboración con el periodista Chris Hedges. Los dos entrevistaron a refugiados palestinos en Egipto para que les explicasen el conflicto desde dentro. «Todos han perdido sus casas. Todos han visto morir a familiares. Y todos tienen tan interiorizado el desastre, que los ha deshumanizado. Se preguntan todo el rato qué han hecho para merecer esa crueldad. Saben que el poder no va a hacer nada por ellos y de verdad empiezan a sentir que no deben ser seres humanos porque nadie permitiría que les hicieran eso con impunidad si lo fueran», asegura Sacco.

En 2024 ya se unió con Art Spiegelman para colaborar en una historia sobre el conflicto palestino. El resultado fue 'Never Again and Again'. «Somos viejos amigos. Él hace tiempo que no dibujaba y yo me acercaba a su casa y empezamos a trabajar en la historia. Hablábamos, escuchábamos música y dibujábamos. Él es un perfeccionista al cien por cien. Yo al 95 por cien. Así que él bajaba un poco sus expectativas y yo las subía un poco y realizamos este pequeño proyecto. Siempre aprendes una barbaridad cuando estás con alguien como Art Spiegelman», confiesa el dibujante.

Lo que es curioso de la forma de trabajar de Sacco es que coloca primero el texto en la página y luego divide las cajas y crea los dibujos. «Todos tienen su método, pero a mí me resulta más fácil organizar los dibujos a partir del texto. No trabajo con 'storyboards', sino que pongo por escrito lo que quiero decir en cada página, en las indicaciones y los globos de diálogo, y después dibujo las acciones», reconoce Sacco.