Joana Marcús, autora superventas: «El amor romántico no lo puede todo, y eso también hay que contarlo»

A su juicio, el formato físico aporta un valor añadido a su comunidad de seguidoras, a la que reconoce como parte fundamental en su proceso creativo. «La interacción con las lectoras en plataformas como Wattpad me ayuda a entender cómo se reciben los personajes y las tramas en tiempo real. Esa retroalimentación es única y me permite ajustar detalles o explorar ideas que quizá no había considerado», indica. Marcús piensa que ese compromiso con sus historias hace que su base de fans las siga al pasar al papel. Para ella, el libro físico representa una versión definitiva de su obra: «El formato físico es el que me permite pulir la historia y ofrecer una experiencia más completa».

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'Extraños' no es una excepción. Al recuperar la historia años después, sintió la necesidad de profundizar en los personajes y añadir nuevas tramas que enriquecieran la narrativa original que, en su momento, no supo cómo abordar. Pero esta nueva edición no solo actualiza su contenido, sino que también representa un paso más en su evolución creativa. «En esta versión quise incluir temas y matices que le dan más vida y que reflejan mejor quién soy ahora como escritora», añade.

'Etéreo'

Editorial Montena. 526 páginas

En 'Etéreo', Caleb y Victoria parecen ser polos opuestos: él, el típico chico reservado de físico imponente y lleno de secretos; ella, una joven extrovertida con un trabajo precario. «Aunque a primera vista no tienen nada en común, están más ligados de lo que creen. Sus diferencias los desafían y, al mismo tiempo, los complementan», señala Marcús. De forma paralela, también explora la dualidad entre fragilidad y fortaleza: «Quería mostrar que no son excluyentes. Ambos personajes tienen momentos de vulnerabilidad y otros en los que sorprenden con su resiliencia».

Todo ello, junto con los giros emocionales de la trama (actualmente está estudiando Psicología), ha cautivado a sus lectoras, quienes encuentran en los protagonistas una mezcla de humanidad y profundidad. Y es que una de las características de las novelas de Marcús es su enfoque realista sobre las relaciones amorosas. En 'Etéreo', la autora deja claro que el amor romántico, aunque poderoso, no siempre puede superar todos los obstáculos. «Me fui al otro extremo de 'Meses a tu lado'. En este libro, los lectores son conscientes de las malas decisiones que está tomando un personaje, pero no pueden hacer nada para detenerlo. Ven cómo esa decisión al final les explota en la cara y van aprendiendo sobre ella, porque creo que también es importante mostrarlo», asevera.

Este planteamiento contrasta con la visión idealizada que a menudo domina el género romántico, especialmente en la literatura juvenil. Según Marcús, explorar las limitaciones del amor no solo añade profundidad a las historias, sino que también ayuda a los lectores jóvenes a comprender la complejidad de las relaciones en la vida real. «El amor romántico no puede resolverlo todo y eso también hay que contarlo», agregó.

Dirigido a un público a partir de 15 años, la primera página de 'Etéreo' aparece un 'trigger warning' acerca de escenas de sexo explícito. En realidad solo hay una y Marcús defiende que ella las incluye en sus libros cuando hay un propósito narrativo claro. «No se trata de incluir escenas de sexo porque sí. Cada escena tiene un por qué y debe encajar con la historia y el desarrollo de los personajes», afirmó.

La autora también destaca la importancia de tratar estos temas con sensibilidad y responsabilidad, teniendo en cuenta la edad de sus lectores. «No intento aleccionar a nadie, simplemente cuento una historia. Creo que luego es responsabilidad de cada uno (o de los padres si la persona es muy jovencita) saber lo que leen o no. Pero sí que hay temas en los que intento ir con cuidado porque al final soy consciente de que me lee gente muy que igual es la primera vez en su vida que se enfrenta a ellos».

Para ella, mostrar aspectos de la sexualidad no significa abandonar el tono juvenil de la novela, sino enriquecerla con una visión realista que conecte con las experiencias y emociones de sus lectores. Marcús reivindica esa conexión como uno de los grandes valores del género romántico, especialmente el dirigido a un público juvenil, que suele enfrentarse a prejuicios y condescendencia por parte de ciertos sectores literarios. Para Marcús, la clave está en desafiar estas percepciones y seguir escribiendo historias auténticas, sin importar las etiquetas.

Y con ella se encuentran autoras como Alice Kellen o Elísabet Benavent que están redefiniendo las narrativas, especialmente cuando se trata de cuestionar las relaciones tóxicas. «Creo que es el único caso en el que sí pongo ejemplos muy extremos para que se entienda que esto no es lo que deberías aceptar. Incluso en los pequeños detalles que avisan: 'Ya puedes empezar a darte cuenta de que esta persona nunca te va a tratar como te mereces'. Aquí voy con pies de plomo porque sé lo que a mí me habría gustado entender cuando tenía su edad».

Este enfoque es particularmente importante en un género que durante años ha sido criticado por romantizar comportamientos problemáticos. La escritora, sin embargo, apuesta por relaciones que sean complejas pero sanas y los protagonistas enfrenten conflictos reales, algo que comparte con sus compañeras. «Me gusta ver que esta nueva generación de autoras no tratan a los jóvenes con un tono paternalista, simplemente les cuentan su experiencia en el libro», concluye.