Alemania pretende que Italia le devuelva el Discóbolo que fascinó a Hitler: «Por encima de mi cadáver»

Hace unos días, los dirigentes del Museo de Múnich (Staatliche Antikensammlungen und Glyptothek) lanzaban una petición al gobierno italiano para recuperar esta preciada pieza. Ante la demanda, el ministro Sangiuliano explicó por qué el Discóbolo no volverá a salir de Roma: «La obra debe permanecer absolutamente en Italia porque es patrimonio de la nación. Espero que nos devuelvan la base del siglo XVIII. Creo que la ministra alemana de Cultura, Claudia Roth, no sabe nada de esta historia. Y estoy seguro de que la colaboración entre Alemania e Italia, que ya es excelente en muchos ámbitos, mejorará aún más en el futuro también en el ámbito cultural«.

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Ángel Gómez Fuentes

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La disputa se ha reiniciado a partir de una carta enviada por el director del Museo Nacional Romano, Stéphan Verger, a su colega Florian S. Knauß, director de la Gliptoteca de Múnich, es decir, de las Colecciones Estatales de Antigüedades y de la famosa colección de mármol de Baviera. Según informó el 'Corriere della Sera', Verger pidió en su carta recuperar la base de mármol del Discóbolo del siglo XVIII.

La copia de Mirón fue encontrada en 1781 en el barrio romano de Esquilino, y fue vendida por la fuerza por el príncipe romano Lancellotti, que era su propietario -de ahí el nombre de la copia- a la Alemania nazi en 1938 a instancias de Benito Mussolini y del ministro de Asuntos Exteriores, Gian Galeazzo Ciano, contra la opinión negativa del ministro de Educación Nacional, Giuseppe Bottai, y del Consejo Superior de Ciencias y Artes y a pesar de la restricción de 1909.

Adolf Hitlerquedó impresionado por la estatua durante su visita a Florencia y Roma en mayo de 1938. En la extraordinaria belleza del Discóbolo y en la perfección física del atleta, Hitler vio el mito de la raza aria y presionó al gobierno italiano para obtenerla. La idea le rondaba por la cabeza al dictador alemán después de que en el año 1936, en vísperas de celebrarse los Juegos Olímpicos de Berlín, el Comité Olímpico, con el apoyo de Hitler, Leni Riefenstahl llevara a cabo el documental 'Olimpia' (1938), en el que la cineasta transformó el Discóbolo en el ideal ario

Los alemanes creen que el Discóbolo debería regresar a Múnich porque fue adquirido por Hitler en 1938 por 5 millones de liras, una cifra irrisoria. Después Hitler la entregó al museo de Múnich como don al pueblo alemán. Allí permaneció hasta el 16 de noviembre de 1948, cuando Italia incluyó al Discóbolo en una larga lista de obras de arte transportadas ilegalmente a la Alemania nazi que fueron devueltas al país transalpino.

Lo sorprendente del caso es que en la respuesta de Florian S. Knauß, director de la Gliptoteca de Múnich, a su colega Stéphan Verger, director del Museo Nacional Romano, no sólo niega la devolución de la base de mármol del siglo XVIII, sino que reaccionó solicitando la devolución a Alemania del Discóbolo, según la información del 'Corriere della Sera': «No estoy en condiciones de abandonar nuestra reclamación legal para la devolución del Discóbolo a nuestro museo. La escultura fue comprada legalmente por el Estado alemán tras ser ofrecida al Museo Metropolitano de Nueva York. Las instituciones italianas en el poder en ese momento estuvieron de acuerdo con la exportación. Ni siquiera fue un 'regalo' para Adolf Hitler. La repatriación a Italia violó la ley, según el dictamen jurídico del Estado bávaro y de nuestro museo».

Los medios italianos destacan que las palabras del director de la Gliptoteca de Múnich no hacen ninguna referencia al nazismo y al fascismo ni al oscuro momento de la historia que, en su momento, determinó el paso de la obra desde Italia a Alemania.

En definitiva, el ministro Sangiuliano ha dejado muy claro al señalar que ni en sueños el Discóbolo volverá a Alemania. En todo caso, el titular de Cultura espera que se devuelva a Italia la base de la escultura. De la sorpresa que ha causado en Italia la respuesta del museo de Múnich es buena muestra la opinión del nieto del ministro de Educación Nacional que se opuso en su día a la pretensión de Hitler: Giuseppe Bottai califica como «absurda» la pretensión de Alemania de recuperar la estatua: «Estoy sorprendido. El Estado alemán siempre ha manejado su pasado nazi con cuidado -afirma Giuseppe Bottai-. No entiendo cómo puede pedir la devolución de una obra de arte que Hitler obtuvo aprovechando la debilidad de Mussolini».