Las imágenes recogen el momento en el que el joven graba su nombre y el de su pareja con un objeto punzante que parece ser una llave en una de las paredes del Coliseo. La persona que graba el suceso se acerca hasta él para mostrarle que le está grabando, pero el turista solo esgrime una sonrisa.
Por increíble y desconcertante que parezca, este tipo de vandalismo es tan frecuente que Italia ha tenido que incrementar en varias ocasiones las medidas de seguridad e incluso ha promovido leyes que castigan con cuantiosas multas de hasta 100.000 euros y penas de cárcel a quienes dañen monumentos y obras de arte en general. Pero nada ha podido con el fetichismo mezclado con la estupidez y falta de sentido cívico.
Otro caso reciente fue el de un turista irlandés, que se unió a esta lista interminable en septiembre de 2020. En esa ocasión. El joven de 32 años grabó sus dos iniciales, cada una de seis centímetros de longitud, con un objeto puntiagudo en un pilar en el primer nivel. Fue sorprendido de inmediato por el personal de seguridad y denunciado a los carabineros. El individuo fue arrestado con la acusación de daños a bienes de interés histórico y artístico.
La fascinación que causa el antiguo Anfiteatro Flavio lleva a algunos turistas a realizar también otras estúpidas transgresiones. En 2021, dos americanos, de 24 y 25 años, se colaron en el Coliseo para beber cerveza de madrugada. Poco después intervino una patrulla de carabineros para echarlos del lugar, tras imponerles una multa de 800 euros a cada uno, por invasión de terreno y edificio.
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