Iceta salva el agujero de los museos estatales con tres años de retraso

De hecho, fue en mayo del año pasado cuando el Ministerio de Cultura anunció que había pactado con los sindicatos un acuerdo para encuadrar a estos profesionales en una categoría menor y solventar «a corto plazo» la carencia de vigilantes en museos como el Arqueológico, el del Romanticismo, el del Greco, el Sorolla o el de Artes Decorativas, los más afectados. Hacienda ha tardado un año en hacer efectiva esta promesa, y llega justo dos días después de que Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral. Los sindicatos llevaban tiempo avisando de que la convocatoria era inminente, pero esta nunca se llegaba a publicar.

Durante todos estos meses, los museos han seguido con problemas; el pasado mes de noviembre el Arqueológico incluso se vio obligado a cerrar las salas de Egipto, y lleva tres años, desde la reapertura de la pandemia, con dos salas acordonadas, sin permitir la entrada de público. Entre los museos estatales –el Prado o el Reina Sofía no están en esta categoría–, el Arqueológico es el centro más importante. Otros museos más pequeños como el del Romanticismo, el de Artes Decorativas o el Sorolla han venido sufriendo también cierras de salas, en función de la disponibilidad de sus trabajadores. Lo mismo le ocurre al del Greco, en Toledo, o al de Cerámica y Artes Suntuarias, en Valencia.

Esta oferta de empleo público que llevaba pendiente de 2020 corresponde a una convocatoria de un total de 1.610 plazas para cubrir puestos en distintos ministerios, una vez que se desbloquearon determinadas categorías laborales del IV Convenio colectivo único. Iceta ha conseguido que 70 de ellas se destinen a cubrir el agujero de los museos estatales. Entre los que se sitúan en Madrid, los que van a ser reforzados con más trabajadores son el Arqueológico (12 vigilantes), el del Romanticismo (6) y el Cerralbo (6). Fuera de Madrid, destacan el de Cerámica y Artes Suntuarias (6), el de Almagro (4) y los dos de Toledo: el Sefardí y el Greco (2 cada uno). Si se suman las plazas para cubrir otros puestos de taquilleros o porteros mayores, la oferta total ronda el centenar.

La solución a los museos, en todo caso, no se producirá de un día para otro. Hasta que se ponga el marcha el proceso todavía habrá que esperar al menos mes y medio, cuando por fin se podrán cubrir todos estos puestos vacantes con interinos, que posteriormente serán sustituidos por los funcionarios que consiguen plaza. Estas incorporaciones coincidirán con la contratación de refuerzo del verano, pero mientras tanto se producirán nuevas bajas por los traslados y los trabajadores advierten de que van a seguir produciendo cierres durante las próximas semanas.