Iceta contrata para Cultura a la hija de un alto cargo del PSC

Para este nombramiento, hecho a través de un concurso público para cubrir la plaza de personal laboral temporal ofertada, fuera de convenio, ha sido clave una entrevista personal en la que el tribunal ha calificado a María Navarro con la puntuación más alta, después de que en la primera fase del proceso, que valora los méritos profesionales de los candidatos en base a su experiencia profesional y sus méritos formativos, quedara diez puntos por debajo de la mejor valorada. Pero en la segunda fase, consistente en una entrevista de 15 minutos, Navarro obtuvo una puntuación de 17,25, cuando el máximo es de 19 puntos, para terminar superando por poco más de tres décimas a la mejor valorada en la primera fase.

¿A qué se debe este subidón, cuando en la primera fase solo consiguió la séptima mejor valoración de los diez candidatos? En la resolución que designa a Navarro como ganadora de la plaza, el tribunal no especifica la razón de las calificaciones. En las bases del concurso sí se especifica que la entrevista «se dirigirá a valorar la experiencia, conocimientos y adecuación al puesto convocado» y que se debía acudir a ella «con el currículum vitae pormenorizado firmado por la persona interesada». Navarro percibirá ahora 43.200 euros anuales durante los próximos tres ejercicios, con lo que desempeño irá más allá de la actual legislatura.

Se da la circunstancia de que Navarro, de 31 años, se ha venido desempeñando hasta ahora como asesora del ministro Iceta, un puesto en el que coincidió con Joan Francesc Marco, actual director general del Inaem, a quien el titular de Cultura reclutó también como asesor cuando en julio del año pasado llegó al ministerio. Marco no es el único militante del PSOE catalán con vínculos con la familia Navarro. Víctor Francos, secretario general del Ministerio de Cultura, a quien Iceta trajo del PSC para sustituir al anterior número dos, fue coordinador general y director de gabinete mientras Pere Navarro dirigió el PSC. Y aún después, como publicó en su blog Elena Vozmediano, Francos estuvo vinculado a Navarro con responsabilidades en el Parc Tecnològic del Vallès y como director de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa del Consorcio de la Zona Franca.

Si el tribunal calificador ha tenido en cuenta o no estos méritos para adjudicarle la plaza a Navarro es algo que desde el Inaem no pueden responder. Fuentes oficiales se limitan a decir que las bases de la convocatoria, a la que han concursado algunos trabajadores del ente, son públicas, como también las calificaciones obtenidas por los distintos candidatos. Otros trabajadores del ministerio, en cambio, aseguran a este diario que desde hace un par de semanas ya se comentaba que la hija de Pere Navarro se había postulado para ese puesto y se daba por hecho que ella resultaría la ganadora.

La convocatoria de esta plaza, que tiene una comunicación directa con la dirección general para llevar la comunicación interna, se publicó en noviembre, y constaba de dos fases. La primera daba un máximo de 40 puntos por méritos profesionales y otros 5 por méritos formativos. María Navarro logró 33 puntos, por encima de los 15 mínimos para pasar a la siguiente paso, pero lejos de otros candidatos. De hecho, Navarro quedó la séptima de las diez candidaturas que pasaron el corte. Fue en la segunda fase, en la entrevista a puerta cerrada, en la que la hija de Pere Navarro obtuvo 17,25 puntos de los 19 posibles.

Así que la que en el primer corte había quedado en séptimo lugar, terminó siendo la primera, con una calificación total de 50,25 puntos, por delante de los 49,92 que había obtenido la candidata con mejor nota en la fase anterior. Otros candidatos que en la fase 1 habían obtenido mejor puntuación que María Navarro, entre ellas dos candidatas con experiencia en el gabinete de prensa del Inaem, consiguieron en la segunda fase una puntuación mucho peor que Navarro. El 21 de diciembre, tras realizar todas las entrevistas, el tribunal adjudicó la plaza a la hasta ahora asesora de Iceta.

Pere Navarro, exlíder del PSC, sigue teniendo un cargo público. Tras la moción de censura, el Ejecutivo de Pedro Sánchez lo nombró delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, un puesto remunerado con un salario de 170.000 euros al año.