La historia de la supervivencia de Cuadernos Rubio: «En los ochenta vendíamos 10 millones de ejemplares al año»
Enrique Rubio, director general de la compañía, explica las claves del negocio
Los españoles ya no sabemos escribir... a mano
Hay un dato que resume una parte importante de lo que ha ocurrido en las últimas décadas. En los ochenta, la editorial Rubio vendía unos diez millones de sus famosos cuadernos de caligrafía al año. Hoy 'sólo' un millón. «También es cierto que ha bajado ... mucho la natalidad respecto a entonces. Pero sí, la caligrafía se empezó a descuidar hace bastantes años. Y esto ha tenido consecuencias muy importantes a nivel neurológico y educativo», sentencia al otro lado del teléfono Enrique Rubio, director general de la compañía.
«Necesitamos parar, relajarnos y disfrutar del silencio, para eso sirve el 'lettering'»
Nuria Quintana es maestra de primaria y adicta al 'lettering', es decir, del arte de dibujar letras y palabras. Se dio a conocer en Instagram como Srta Rock&Roll, y ahora acumula miles de seguidores
¿Y cómo sobreviven hoy? «El negocio esto está cambiando. Ahora tenemos la caligrafía creativa, que es nuestro nuevo producto estrella. Ocurrió a partir de la pandemia, subió mucho la demanda de cuadernos de caligrafía adornada, que era la que se hacía en los años 60, con plumilla, rotuladores, etcétera. Yo noto que hay un mayor interés por la caligrafía».
«La escritura a mano tiene beneficios en comparación con el teclado. De hecho hay muchos colegios que están prohibiendo el uso de aplicaciones y pantallas digitales a los niños, porque los profesores se han dado cuenta», continúa.
Ahora en la editorial Rubio tienen más de cuatrocientos tipos de productos. «Se trata de diversificar. Tenemos pasatiempos, ejercicios de competencia lectora, de competencia matemática, de ortografía. Y también tenemos cuadernos con ejercicios que se prescriben contra la degeneración cognitiva, que son para adultos. La mitad de nuestro público es menor de diez años, pero la otra mitad ya no».
Sobre el futuro, asegura que aún queda mucho papel. «El 99% de lo que vendemos es soporte papel. Eso dice algo. Y nos da alegría».
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