Hashima, la isla fantasma
donde habita el olvido
Hoy sólo quedan los edificios vacíos de lo que fue una mina de carbón explotada por mano de obra esclava
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Iniciar sesiónHay en un muro de Hashima una pintada espontánea que resume su historia: «La isla ha muerto». Situado a 20 kilómetros del puerto de Nagasaki, este islote de seis hectáreas fue una mina de carbón durante casi 90 años y llegó a ... estar poblado por 5.000 personas. Hoy es escenario para el rodaje de películas como 'Skyfall', en la que un villano se refugia entre sus ruinas para llevar a cabo sus siniestros planes.
Cuando vi la película hace diez años, sus imágenes removieron un sueño recurrente en mi infancia: me hallaba perdido en una ciudad abandonada en la que sus habitantes parecían haber huido dejando los platos en la mesa. La pesadilla era tan real que durante años pensé que ese lugar existía. Al contemplar 'Skyfall', un resorte saltó en mi interior: aquel era el sitio en el que yo había soñado: Hashima.
Siempre ha creído que el alma de sus antiguos pobladores impregna los lugares donde vivieron. Hashima está poseída por el espíritu de los miles de trabajadores esclavos, coreanos y chinos, que trabajaron en su mina submarina de carbón. Había que descender un centenar de metros en ascensor para acceder a las galerías donde se extraía el carbón.
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Pedro García CuartangoLa explotación se inició en 1887 y terminó en 1974 cuando el petróleo había sustituido a la antracita. Había dejado de ser rentable, pero en 1942, en plena Guerra Mundial, los japoneses llegaron a extraer 400.000 toneladas al año. Durante el conflicto, la mina siguió funcionando con prisioneros y mano de obra esclava.
Hashima era una ciudad en miniatura con bloques de pisos, un hospital, una escuela, oficina de correos, gimnasio y una pista de tenis. La isla era un laberinto de escaleras, pasillos y corredores donde era fácil perderse. El espacio estaba tan aprovechado que se transportó tierra a las terrazas para algunos cultivos. Había un ferri que unía la isla con Nagasaki, que servía para aprovisionar a sus habitantes.
Fueron construidos 50 edificios, la mayoría de los cuales eran apartamentos de hasta diez pisos donde vivían los trabajadores. Los 500 esclavos coreanos que llegó a tener la isla eran alojados en habitaciones de diez metros cuadrados donde dormían ocho personas. Les alimentaban con un bol de arroz y su promedio de vida no superaba los 18 meses. El personal de Mitsubishi, la empresa que explotaba la mina, vivía en condiciones relativamente confortables. El ingeniero jefe disponía incluso de un chalé.
Hashima fue creciendo poco a poco, pero su gran salto se produjo en los años 30 cuando se construyeron bloques de hormigón armado en los que podían residir varios cientos de familias. A pesar de su abandono hace ya medio siglo, esos gigantes son hoy como enormes esqueletos que testimonian el pasado de la isla y le dan ese carácter fantasmal.
El enclave fue probablemente el lugar más poblado del mundo, ya que su densidad llegó a ser de 83.000 habitantes por kilómetros cuadrado. Aunque hoy parezca mentira, el Gobierno japonés la exhibía como signo de modernidad antes de la II Guerra Mundial, ya que fue el lugar donde se construyeron los primeros edificios de hormigón armado.
Los 500 esclavos coreanos que llegó a tener la isla eran alojados en habitaciones de diez metros cuadrados donde dormían ocho personas
Hoy todavía existe una polémica sobre el destino de Hashima. Japón logró que la Unesco declarara la isla como Patrimonio de la Humanidad en 2015 y planteó crear un museo, pero Corea del Sur se opuso por considerar que miles de sus ciudadanos murieron allí tras ser explotados brutalmente.
«La isla era un infierno. No era posible escapar debido a las altas escolleras y a las enormes olas. Fuimos sometidos a trabajos muy peligrosos y sufrimos la violencia y las humillaciones de los guardianes. Es un símbolo de la ignominia», manifestó hace algunos años uno de sus supervivientes coreanos. Hoy el tiempo y la humedad están desmoronando lo que queda en aquella minúscula isla en el vasto archipiélago deshabitado del sur de Japón.
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