Hallan dos torques de oro de la Edad del Hierro en Asturias «de extraordinario interés»
Destacan que el conocimiento del lugar y circunstancias del descubrimiento «abre una ventana hasta ahora cerrada al estudio del tipo de joya más representativo de la orfebrería» de este periodo
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Iniciar sesiónUn cúmulo de casualidades ha llevado a la recuperación de dos torques de oro en Asturias «de extraordinario interés histórico y arqueológico», según el Gobierno asturiano, no solo por la calidad técnica y la riqueza de estas joyas tan representativas de la orfebrería de ... la Edad del Hierro, datadas en la Península Ibérica entre los siglos IX y II antes de Cristo. «En el 90% de los casos no sabemos de dónde vienen estas piezas, pero aquí conocemos dónde han aparecido los torques y podemos deducir qué función tuvieron», explica a ABC Pablo Arias, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria y uno de los protagonistas de este feliz rescate.
Arias se encontraba excavando en la cueva de la Garma, una 'Pompeya prehistórica' de Cantabria cercana al límite con Asturias, cuando recibió la llamada de un amigo historiador el pasado 29 de agosto. Un pariente suyo, operario de la empresa de aguas contratada por el Ayuntamiento de Peñamellera Baja, había descubierto un torques de oro mientras rastreaba la traída para el pueblo de Cavandi, en las proximidades de Panes. En la zona se había producido un deslizamiento de tierras y la joya prehistórica quedó al descubierto, sobre una piedra.
Al principio pensó que se trataba de un objeto moderno, pero al darse cuenta de su antigüedad, dio parte al Seprona y avisó a su pariente historiador, que alertó a Arias. El arqueólogo, a su vez, comunicó el hallazgo a la dirección del Museo Arqueológico de Asturias y esa misma tarde, visitó el lugar en compañía del descubridor y de personal de la institución.
Examinaron los alrededores y en superficie, sobre los materiales del corrimiento de tierras, encontraron cuatro fragmentos pertenecientes a un segundo torques. La Dirección General de Patrimonio Cultural y el Museo Arqueológico promovieron después una intervención urgente que permitió recuperar, hasta completarlo, las partes restantes del segundo torques.
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Ambos se conservan actualmente en el museo asturiano, que describe al primero de los ejemplares localizados como «un collar rígido de superficie dorada que puede asimilarse al conjunto de torques denominados de manera genérica como astur-norgalaico, caracterizados por varillas con remates en doble escocia y decoraciones que desarrollan motivos ornamentales geométricos».
En este caso, continúa el comunicado del Principado de Asturias, se reproduce una distribución ornamental muy similar a la del conocido como Torques de Langreo, hoy depositado en el Museo Instituto Valencia de Don Juan, en Madrid. «Un aro cuyo tramo central es recorrido por seis falsos cordones con decoración incisa que flanquean sendas espirales interpuestas entre los tramos distales decorados con revestimiento de alambre. Remata en sendos cabezales de doble escocia».
Por sus dimensiones, acabado y factura técnica, este torques se considera «una obra singular en el conjunto de la orfebrería propia del noroeste peninsular durante la Edad del Hierro».
La segunda pieza, completa aunque fragmentada en seis partes, ha sido reconstituida provisionalmente en el Museo Arqueológico. «Se trata de un collar rígido de superficie dorada con aro de sección rectangular rematada en cabezales de sección en doble escocia. La decoración mantiene una distribución clásica con motivos sogueados en los discos, tramo central liso y acanaladuras en su desarrollo lateral», según describe la nota.
El valor del contexto
Junto a la primera joya compone un conjunto excepcional: el «primer caso de collares rígidos áureos de los que se dispone de referencia precisa del lugar y circunstancias del descubrimiento», destacan desde el Principado de Asturias.
Pablo Arias también remarca la importancia de conocer cuándo, cómo y dónde se han hallado las piezas, pues de la gran mayoría de las conservadas en los museos se desconoce su procedencia precisa. «Aparte de la espectacularidad de los objetos, en arqueología es más importante aún el contexto, y eso en Asturias, con los problemas que dan los detectoristas conviene remarcarlo».
Ese contexto permite deducir a los arqueólogos que esos valiosos torques recientemente recuperados fueron un pequeño lote de objetos valiosos que fueron ocultados con carácter ritual en Peñamellera Baja. «El lugar no tiene significación aparente a nuestros ojos actuales, pero tendría algún tipo de referencia para ellos», sospecha.
El catedrático de Prehistoria no los vincularía, al menos todavía, con el yacimiento cercano de La Cerrosa (Suarías) de la misma época, pues «es muy difícil establecer la coetaneidad y los torques no son fáciles de datar con mucha precisión» ya que pueden haber sido utilizados durante un largo periodo de tiempo antes de su ocultamiento.
Arias enmarca el depósito con otros «de tipo simbólico-ritual» muy habituales en la época, como los hallazgos en la ría de Huelva realizados durante el Bronce Final: decenas de espadas, lanzas y otras armas arrojadas a las aguas como ofrenda a los dioses.
Una joya representativa
Desde el Principado de Asturias resaltan asimismo que este descubrimiento «permite abrir una ventana hasta ahora cerrada al estudio del tipo de joya más representativo de la orfebrería de la Edad del Hierro».
Aunque la fabricación de objetos de oro en la historia de Asturias está documentada desde comienzos de la Edad del Bronce, hace unos 4.500 años, en épocas posteriores, fundamentalmente durante la Edad del Hierro, «el repertorio de joyas se amplía, pero su estudio se ha visto limitado por la carencia endémica de referencias relativas al origen y circunstancias en que se produjeron los descubrimientos».
Las piezas recuperadas como consecuencia de investigaciones arqueológicas «son una excepción», se lamentan en la nota. Se trata, principalmente, de piezas relacionadas con la manipulación y transformación de metales preciosos y alguna joya menuda. "En todo caso, suponen un conjunto del que están ausentes los torques, que son el objeto más característico en la orfebrería de la Edad del Hierro, no sólo de Asturias sino de toda la Europa atlántica», señalan.
De ahí que el descubrimiento y recuperación de los torques de Cavandi haya supuesto «un hecho extraordinario». Estas piezas «facilitarán un estudio pormenorizado del espacio en el que fueron depositadas y el conocimiento de las circunstancias históricas en las que se produjo» su ocultación.
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