«La filosofía, esencia de la existencia»

La filosofía es la máxima expresión del pensamiento y es el producto de la capacidad del ser humano de dar la máxima explotación a la todavía desconocida capacidad del cerebro y de sus seis sentidos.

La filosofía tiene su mejor lugar en nuestro interior, es decir, donde se generan las preguntas básicas, las existenciales, a las cuales necesitamos dar respuestas.

La filosofía y el pensamiento se basa, como he dicho, en nuestra vida y, por lo tanto, en su complejidad, que consiste en contemperar la conciencia propia, el propósito, la convivencia y la necesaria mediación.

Contemperar significa encontrar el equilibrio necesario para armonizarnos con el complejo entorno en el cual vivimos.

La filosofía vertebra toda nuestra vida, está presente en cada momento y por encima de los tiempos y de sus evoluciones.

El pensamiento filosófico antiguo podemos entonces considerarlo muy actual y en efecto lo es sin duda alguna. Los filósofos clásicos, principalmente Sócrates, Platón y Aristóteles, tienen una influencia profunda y duradera en la vida y sociedad actuales.

Sus enseñanzas y pensamientos han sentado las bases para muchas disciplinas, incluyendo la ética, la política, la ciencia y el arte.

Sócrates destacó por su enfoque práctico de la filosofía, considerándola una herramienta para enseñar a vivir mejor. Su método socrático, basado en el diálogo y la mayéutica, sigue siendo utilizado para fomentar el pensamiento crítico y el aprendizaje activo.

Platón, con su teoría de las formas y sus ideas sobre la justicia, continúa inspirando el debate filosófico y político. Sus conceptos sobre un mundo ideal más allá del físico motivan reflexiones sobre la realidad y los valores.

Aristóteles, considerado el padre de la filosofía occidental, contribuyó enormemente con su lógica, método científico y estudios en diversas áreas, incluyendo la ética, la política y la biología.

Su énfasis en la observación y la experiencia fundamenta la ciencia moderna y el razonamiento empírico, fortaleciendo la búsqueda del conocimiento que sigue siendo fundamental en la sociedad contemporánea.

Estos filósofos también influyeron en la formulación de conceptos clave como la democracia, los derechos humanos, la justicia y el bien común, que todavía guían nuestras instituciones y debates sociales.

La filosofía clásica nos proporciona herramientas para entender y enfrentar cuestiones éticas, sociales, políticas y científicas en el mundo actual.

Además, la filosofía clásica es vital en el desarrollo del pensamiento crítico, lógico y ético, habilidades esenciales para el desarrollo profesional y tecnológico del siglo XXI.

Por ejemplo, la lógica aristotélica y el empirismo han inspirado la creación de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial, y los enfoques éticos han ayudado a evaluar el impacto social de la tecnología.

En resumen, la filosofía clásica no es solo un legado histórico; es una herramienta viva que continúa moldeando nuestro pensamiento, ética, ciencia y cultura en la vida cotidiana y en la sociedad moderna.