Gianni Infantino: soy árabe, soy gay, soy cínico
'tierra trágame'
Se cumple un año del inolvidable discurso del presidente de la FIFA un día antes de que empezara el Mundial de Fútbol de Qatar
Las sombras del Mundial de Qatar 2022: explotación laboral
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Iniciar sesiónEn todo museo de hitos vergonzantes de la humanidad medio digno habría que reservar un lugar de ¿honor? y recordar, con notificación en Google Calendar, cuando hace un año y tres días, el 19 de noviembre de 2022, el presidente de la FIFA dio su ... inolvidable monólogo en defensa de Qatar como sede del Mundial. El partido era difícil, pero Gianni Infantino se tiró a la piscina sin miedo y hasta dio unas gratuitas volteretas discursivas, ese tipo de situaciones en las que decimos: ¿no hay nadie que le quiera y le diga que no...?
«Hoy tengo unos sentimientos muy fuertes. Dejadme deciros», comenzó el mandatario en una apuesta por un estilo emocional propio de Karol G al recibir un Grammy Latino, mostrando (sin éxito) espontaneidad e impulsividad. Y dijo entonces: «Hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento trabajador migrante». Wow, Martin Luther King había vuelto.
Al situar en el desierto el Mundial, hubo de celebrarse en fechas diferentes por los calores; un cuidado más descuidado tuvieron con los miles de trabajadores venidos de Bangladesh, la India o Pakistán que, según 'The Guardian', habrían fallecido en la construcción de sus infraestructuras a unas temperaturas de dictadura. El «hoy me siento trabajador migrante» resuena a lo Pavarotti en la conciencia así, y, en suma, es como si Arnaldo Otegui dice «hoy me siento trans, hoy me siento síndrome Down, hoy me siento Miguel Ángel Blanco» para justificar una hipotética amnistía a los presos etarras.
En un momento de empatía, Infantino se solidarizó consigo mismo como niño pelirrojo en Suiza: «Por supuesto que no soy qatarí, no soy árabe, no soy africano, no soy gay, no soy discapacitado. Pero tengo ganas, porque sé lo que significa ser discriminado como extranjero. Cuando era niño me acosaban porque tenía el pelo rojo y pecas, además era italiano, así que imagínate». Y en un giro final, tras inquirirle la prensa por qué su discurso había olvidado a la mitad del mundo, amplió: «También me siento mujer».
El dirigente, además, eximió a 'los europeos' (el pack) de señalar ninguna injusticia durante los próximos milenios: «Creo que por lo que los europeos hemos estado haciendo durante los últimos 3.000 años deberíamos disculparnos durante los próximos 3.000 antes de empezar a dar lecciones morales a la gente. Estas lecciones morales son solo hipocresía». Vacaciones morales, que canta Srta. Trueno Negro.
Y hablando pues de casos cercanos, y que me perdone Negreira por robarle cuota, 'El Periódico' cuenta cosas de las obras del Camp Nou en Barcelona demoledoras. Cosas de europeos, de ciudades inhabitables y explotación, de un equipo que vistió años el logo de Qatar Foundation, amigo Sancho. La FIFA ganó 7.500 millones con la celebración del Mundial de Messi, por cierto. ¿Todos felices? ¿Se pueden comer perdices en el Infierno?
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