Francia devolverá todas las obras de arte robadas por los nazis a las familias judías

Entre el 10 de mayo de 1940, cuando la Wehrmacht (fuerzas armadas en la Alemania nazi) inició la ocupación de Holanda, Luxemburgo y Bélgica, dirigiéndose hacia París, y los días 7, 8 y 9 de mayo de 1945, los jornadas de la capitulación del Tercer Reich, el ejército alemán, las SS y las fuerzas del orden del gobierno de Vichy, sumiso a Hitler, robaron más de 100.000 obras de arte a familias francesas, judías y simpatizantes.

Buena parte de ese patrimonio se dispersó en muchas direcciones: Alemania, otros países europeos y los EE. UU. Andando el tiempo, muchas obras se fueron vendiendo de muy diversa manera, legal o de «tapadillo», en los mercados no siempre escrupulosos del arte cosmopolita.

Hace muchos años, Alemania devolvió a Francia entre 40.000 y 50.000 obras. La inmensa mayoría fueron devueltas escrupulosamente a sus propietarios y/o herederos, pero entre 2.000 y 2.500 de esas piezas se integraron en las colecciones de los museos nacionales.

En el marco de la gestión del patrimonio histórico, sucesivos ministerios de Cultura llegaron a comprar legalmente obras que, en verdad, también procedían del expolio nazi, comercializadas con muy diversas coberturas. Hasta que herederos de las familias robadas e historiadores terminaron descubriendo que un número importante de obras propiedad del Estado, todavía hoy, habían sido robadas durante la ocupación de Hitler.

Se planteó un problema de fondo. Para devolver obras del patrimonio nacional fue necesario, en varios casos, votar leyes especiales que permitieran la devolución. Fue, durante los últimos años, un problema de complicada resolución práctica, parlamentaria. De ahí la decisión de aprobar una Ley que permita la devolución de bienes culturales expoliados siguiendo procedimientos más simples y expeditivos.

Esa es la Ley finalmente aprobada, al unísono, por la Asamblea Nacional y el Senado, entre el 23 de mayo y el 29 de junio pasados. Senadores y diputados todavía tendrán que negociar algunos detalles prácticos, antes que la nueva legislación pueda entrar en vigor, se espera, a finales de año, o el año que viene.