Estados Unidos vuelve a la Unesco

La agencia con sede en París, fundada en las cenizas de la Segunda Guerra Mundial para proteger la herencia cultural común de la humanidad, se sumió en la agitación después de que Estados Unidos, que proporcionó una quinta parte de su financiación, se retirara.

El Departamento de Estado de EE. UU. indicó en una carta fechada el 8 de junio que quería reincorporarse a la organización en julio como miembro de pleno derecho y que tiene la intención de pagar 619 millones de dólares en cuotas atrasadas durante varios años. Los estados miembros tomarán su decisión en una sesión extraordinaria el jueves y viernes.

«Desde que nos retiramos de la UNESCO el 31 de diciembre de 2018, hemos notado los esfuerzos de la UNESCO para implementar reformas administrativas y de gestión clave, así como su enfoque en disminuir el debate politizado, especialmente en temas de Medio Oriente», dijo la carta de EE. UU. visto por Reuters.

La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, ha buscado durante este tiempo aliviar algunas de las tensiones políticas y la polarización, así como administrar mejor la organización financieramente, mientras encuentra formas de llenar el vacío financiero dejado por la partida de Washington.

«Esto viene después de mucho trabajo para persuadir, educar y explicar las realidades actuales de la UNESCO», dijo Azoulay, quien es francesa, a los periodistas, y agregó que había presionado personalmente a los legisladores estadounidenses durante varios meses.

La ley estadounidense prohíbe a Washington financiar organismos de la ONU que hayan admitido a Palestina como miembro de pleno derecho. Su regreso a la UNESCO se habilitó después de una exención del Congreso de los EE. UU. a principios de este año. La exención estará en vigor hasta finales de 2025.

Parte de la razón por la que el Congreso ofreció la exención fue reducir la creciente influencia de China en la agencia donde es uno de los mayores donantes. Azoulay dijo que China había respondido en la UNESCO al posible regreso de Estados Unidos diciendo que debería ser constructivo y no oponerse a un estado.