Una directora general de Urtasun: «América Latina está más avanzada en derechos culturales que España»

El Ministerio de Cultura tenía previsto lanzar este mes su ambicioso plan de derechos culturales

Urtasun gasta 3,4 millones en promocionar sus derechos culturales (lo que cuesta salvar Velintonia)

Jazmín Beirak y Ernest Urtasun, en una imagen de archivo ABC

La directora general de Derechos Culturales, Jazmín Beirak, afirmó este martes que España debe tejer alianzas con América Latina e Iberoamérica en las cuestiones relacionadas con el departamento que ella dirige en el Ministerio de Cultura. «Creo que realmente están mucho más avanzados en derechos ... culturales que en el territorio español y europeo, tenemos que mirarles. Avanzados a nivel de constituciones legislativas, de incorporación en estructuras administrativas, en estructuras orgánicas, en políticas concretas...». Beirak puso como ejemplo «las redes de puntos de cultura» que tiene Brasil para «hacer esa capilarización de los derechos culturales». Una de las prioridades de esta dirección general, creada en marzo del año pasado, es mirar a esta región, y no solo a Europa.

Beirak participó en la presentación, por parte de la Fundación Gabeiras, del informe 'La cultura como bien público mundial, esencial, básico y de primera necesidad', que la directora general de Urtasun valoró como un buen trabajo de clarificación de conceptos con vistas al plan de derechos culturales que el ministerio tenía previsto lanzar este mes. Se trata de uno de los grandes proyectos de este equipo ministerial; un eje programático sobre el que deberían pivotar el resto de políticas de Urtasun. Según dijo Beirak a ABC, lo están ultimando. Para el ministerio, es «estratégico» dejar de pensar en la cultura «como algo que tiene que ver solo con el ocio» para colocarla «del lado de los derechos humanos y los derechos fundamentales».

Beirak, «sin desvelar mucho el plan porque todavía no lo hemos presentado y hay que mantener ahí todavía la intriga», avanzó que una de las «prioridades estratégicas es consolidar los derechos culturales como un marco de acción pública». Y esto, añadió, conlleva una serie de acciones. En primer lugar, «el reconocimiento de los derechos culturales como derechos fundamentales», algo que pasa también por incorporar «los derechos culturales en algunos de los instrumentos que tenemos». En segundo lugar, generar conocimiento a través de informes, análisis y estudios. «Acabamos de poner en marcha un estudio sobre percepción social de la cultura. ¿Qué piensa la gente de la cultura? Estamos empujando este estudio y vamos a hacer otros». Y, en tercer lugar, Cultura trabaja «por la apropiación social de los derechos a través de campañas de sensibilización de comunicación». Es decir, la publicidad pura y dura.

El Ministerio de Cultura, en este año y dos meses que ha pasado desde que creara la Dirección General de Derechos Culturales, ya se ha destinado casi 4 millones de euros a publicidad. Primero se destinó 3,4 millones de euros en una campaña publicitaria para promocionar el plan de derechos culturales. El lema elegido fue 'La cultura está en ti, está en todo', (dar con él costó 172.667 euros) y se paseó por todo tipo de medios: radios, periódicos, televisiones, carteles... Y el pasado mes de marzo se lanzó una nueva licitación por valor de 300.000 euros para dar con otro eslogan. Ahora es necesario consolidar la importancia de la cultura «como derecho fundamental que impulse una sociedad más democrática e inclusiva». La nueva campaña debe dejar claro «el papel que juega el Ministerio de Cultura en la defensa y promoción de los derechos culturales».

El plan de derechos culturales es uno de los proyectos estratégicos del actual equipo ministerial. La idea de Urtasun era aprobar una ley, pero la debilidad parlamentaria del Gobierno ha reducido este proyecto a un plan. En julio del año pasado, el ministro y su directora general presentaron la hoja de ruta del programa. Se crearon varios grupos de trabajo, se trató de implicar a las comunidades autónomas –renuentes a estos planes porque pueden suponer una invasión de competencias– y se abrió un proceso de participación pública para la ciudadanía. Se supone que el plan definitivo se presentará este mes. Según dijo hoy Beirak, lo que el ministerio busca es «poner en el centro la cultura, como una dimensión central del ejercicio a la ciudadanía y, por lo tanto, la necesidad de entender la protección y la garantía de esos derechos culturales».

La directora general también dijo que su departamento trabaja en construir una «arquitectura conceptual solvente», de manera que el ministerio se pueda dotar de «herramientas jurídicas para fundamentar posibles acciones legislativas o reglamentarias, que pueden ir desde cómo abordar una ley de contratos o una posible ley de derechos, o determinados procedimientos administrativos». El Ministerio de Cultura aspira a participar en todos los debates que aborden esta cuestión, empezando por Mondiacult, que entre septiembre y octubre reunirá a ministros de todo el mundo en Barcelona. Allí espera Beirak aprender de los países de América Latina. En Brasil, dijo, llevan 20 años trabajando en los derechos culturales. «Aquí tenemos una dirección que lleva un año. Muchas veces solemos mirar a Europa únicamente, y creo que hay que hacerlo porque forma parte también de nuestras interlocuciones cutlurales, pero creo también que hay unos diálogos estrechos que fundamentar, y creo que por parte de América Latina e Iberoamérica también está esa voluntad. Hay que hacer esos puntos de encuentro», dijo Beirak.

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