las dos coreas frente a frente
La autora de 'Hierba' viaja a Corea del Norte: «Kim Jong-Un no es divino, un día morirá, y hay que trabajar para la paz»
La reconocida Keum Suk Gendry-Kim participa en el Festival Kosmópolis para presentar su libro documental sobre el dictador norcoreano y el drama de las familias separadas por la frontera
El dibujo como arte milenario para reflexionar, conocernos y sanar heridas
Una de las viñetas de la novela ilustrada de la dibujante coreana
La dibujante Keum Suk Gendry-Kim vive en la isla de Ganghwa, a escasos metros de la frontera con Corea del Norte. La posición estratégica de su pueblo hace que a su lado haya una base militar y sus vecinos no paran de ... oír el sonido de alarmas y bombas por culpa de diferentes ejercicios militares. El estrés y la incertidumbre no dejan de crecer en la población, mientras el conflicto entre el norte y es sur se recrudece: «Aunque quisiese vivir ajeno al conflicto entre las dos Coreas, me sería imposible. Nunca sabes cuándo van a realizar estos ejercicios, pero a veces empiezan a las nueve de la mañana y no acaban a las cinco de la tarde. Eso es lo peor, no saber cuándo acabarán. No puedes dejar de pensar», comenta Keum Suk Gendry-Kim.
Todavía le parece increíble que viva a escasos metros de coreanos como ella a los que no conoce, no tiene posibilidad de contacto alguno y no sabe cómo viven o cuál es su posición respecto a sus vecinos de Corea del Sur. «Todavía hay familias que la frontera dividió en dos y como están totalmente incomunicadas, no saben si están vivos o muertos. Cada vez quedan menos, pero yo vivo con esta gente y se te parte el corazón cuando te explican sus historias», comenta la dibujante en declaraciones a ABC.
Para ellos, y para buscar puntos en común que abran un poco los canales de comunicación entre los pueblos, Keum Suk Gendry-Kim acaba de publicar 'Mi amigo Kim Jong-Un' (Reservoir Books). El libro es una excelente novela gráfica en que la autora nos lleva a la infancia del dictador norcoreano y su conversión de niño en un colegio suizo, donde fingía no ser hijo del líder de Corea del Norte, a cruel e implacable líder supremo de un país con poder nuclear. «Mi intención no es humanizar al personaje, ni mucho menos, sino hacer un grito por la paz. Estos dictadores, como pasó en China, se creen divinos, inmortales, pero son humanos como todos nosotros y van a morir. Por eso es importante mirar más allá de su mitológica figura y empezar a buscar desde ya puntos de contacto y encuentros con la paz», asegura la autora de 'Hierba'.
La lucha entre la propaganda comunista y la capitalista
Todavía recuerda cuando de pequeña le pagaban por recoger la propaganda comunista que venía de Corea del Norte para destruirla. Sin embargo, un día ella encontró la propaganda que lanzaba Corea del Sur a sus vecinos del norte que el viento había desperdigado en su casa y no había tanta diferencia. Todos querían legitimar su discurso como el verdadero y único. «Si en aquella época me llegan a decir que me pasaría meses dibujando al líder de Corea del Norte, no me lo hubiese creído nunca. De pequeña, nos hacían dibujar a los comunistas del norte como si fuesen monstruos y nos decían que les pusiésemos a todos cuernos», rememora Keum Suk Gendry-Kim.
Para conseguir hacer un fiel retrato del dictador, la dibujante se entrevistó con personas que lo han conocido, como un amigo suyo de su internado en Suiza, o mujeres que escaparon de Corea del Norte y pudieron explicar sus vivencias en un país regido por la tiranía. «Nada de lo que me contaron me sorprendió. Me hizo gracia que en la época que estaba en Suiza, yo también estaba estudiando en Alemania, a pocos kilómetros, y pensé hasta qué punto lo que vivió allí pudo influirle, como lo que yo viví me influyó a mí. Kim Jon-Un es un personaje mitológico casi. Es imposible saber de verdad cómo es. Por eso más que dilucidar el enigma del dictador, me interesaba retratar cómo afecta el conflicto de las dos coreas en las personas que lo viven más de cerca», asegura.
Además de sus años de infancia, su estancia en Europa, sus gustos, como el baloncesto o su entrada al poder, Gendry Kim también indaga en los motivos de haber sido él el elegido para suceder a Kim Jong-Il, a pesar de ser su tercer hijo, o la purga que inició cuando se estableció en el poder. «El problema de las dos Coreas es que no son libres para elegir su destino, sino que su enfrentamiento está en manos de las grandes potencias que a veces usan la separación de la península para sus propios intereses y nos utilizan como si fuéramos sus marionetas», señala la autora de 'Mañana será otro día' en referencia a la influencia de Estados Unidos y Rusia en los dos países.
Tanto es así, que no es muy optimista en que algún día llegue la paz entre los dos pueblos, incluso una futura reunificación. «El problema es que no hay ningún tipo de contacto. Lo primero sería iniciar una conversación, abrir los países y que hubiese un intercambio cultural, social, deportivo, lo que fuera para empezar a conocernos. Sino, lo máximo a lo que podemos aspirar es a un tratado forzado que no se sostendrá porque no agradará a ninguna de las partes. El problema es la comunicación. Primero consigamos eso y después soñemos con la paz», dijo la dibujante.