Descubren en el Vaticano un fragmento de una antigua traducción del Nuevo Testamento
Gracias a fotografías ultravioletas, un investigador de la Academia de las Ciencias de Austria ha revelado el texto del Evangelio de Mateo en un palimpsesto
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S.C.
Es cuanto queda de la cuarta copia manuscrita del Nuevo Testamento en siríaco antiguo. Apenas un fragmento del Evangelio de Mateo (Mateo 11:30–12:26) que permanecía oculto al ojo humano, en la capa inferior de un manuscrito que se conserva ... en la Biblioteca del Vaticano. Gracias a la fotografía ultravioleta, un investigador de la Academia de Ciencias de Austria (OAW) ha logrado descubrir las líneas copiadas en el siglo VI de la traducción siríaca del griego, escrita en el siglo III.
Cuatro siglos después, en el X, un prolífico escriba georgiano, Iovane Zosime, reutilizó éste y otros antiguos pergaminos escritos en diversos idiomas, borró los textos y confeccionó un códice sobre liturgia georgiana que hoy se conserva incompleto en el monasterio de Santa Catalina del Monte del Sinaí (Egipto). Un fragmento de este palimpsesto que se creía perdido fue descubierto hace unos años en un manuscrito adquirido por la Biblioteca Vaticana en el siglo XX. En él, Grigory Kessel ha conseguido ahora que las palabras originales que fueron borradas vuelvan a ser legibles. Se trata de una de las primeras traducciones de los Evangelios.
«La tradición del cristianismo sirio conoce varias traducciones del Antiguo y Nuevo Testamento«, dice este investigador medieval de la Academia de Ciencias de Austria (OAW) antes de indicar que «hasta hace poco, solo se conocían dos manuscritos que contenían la traducción siríaca antigua de los evangelios».
Uno de ellos se conserva en la Biblioteca Británica de Londres y otro fue descubierto en un palimpsesto en el Monasterio de Santa Catalina. A ellos se han sumado recientemente unos fragmentos de un tercer manuscrito, durante el Proyecto de Palimpsestos del Sinaí.
Una fase temprana
«El pequeño fragmento manuscrito que ahora se ha encontrado puede considerarse como el cuarto testimonio textual«, señala la Academia de Ciencias de Austria en una nota. Usando fotografía ultravioleta, Kessel lo identificó en la tercera capa de texto, es decir, en un doble palimpsesto, en el manuscrito 'Vat. iber. 4' de la Biblioteca Apostólica Vaticana. «El fragmento es hasta ahora el único remanente conocido del cuarto manuscrito que da fe de la versión en siríaco antiguo y ofrece un acceso único a la fase más temprana en la historia de la transmisión textual de los Evangelios«, subraya la institución.
Cuantas más traducciones se descubren, más se conoce sobre el texto original de los Evangelios. Santiago Guijarro, catedrático de Teología de la Universidad Pontifica de Salamanca, explica a ABC que los evangelios, como el resto de la Biblia, se tradujeron pronto a otras lenguas, sobre todo al latín y al siríaco. Las traducciones más antiguas a estas lenguas son la Vetus latina y la Vetus Syra. «Este manuscrito apoya una versión ya conocida de la antigua version siríaca, la del códice Curetoniano, que es posterior. Ese es su valor», señala. Aporta confirmación y «para los estudiosos de la versión siríaca es importante, porque la Vetus Syra es la base de la gran traducción al siríaco, la Pesita, que se usó en las iglesias de Oriente, lo mismo que la Vulgata se usó en Occidente», añade.
La traducción siríaca del siglo III, cuya existencia solo se conoce por transmisión indirecta, es decir, por citas de otras obras, se escribió al menos un siglo antes que los manuscritos griegos más antiguos que se conservan, incluido el importante Códice Sinaítico. Los manuscritos más antiguos que se conservan con esta traducción siríaca datan del siglo VI y se conservan en palimpsestos.
Para Claudia Rapp, directora del Instituto de Investigación Medieval de la OAW y directora científica del Proyecto Palimpsestos del Sinaí, «este descubrimiento demuestra lo productiva y lo importante que puede ser la interacción de las tecnologías digitales más modernas en la investigación básica al encontrar manuscritos medievales».
El Proyecto Palimpsestos del Sinaí utiliza imágenes espectrales de última generación para recuperar textos borrados de los valiosos manuscritos de la biblioteca del Monasterio de Santa Catalina, el más antiguo del mundo en funcionamiento continuo. Hasta el momento, se han descifrado 74 manuscritos.
MÁS INFORMACIÓN
Kessel ha publicado su estudio 'Un nuevo (doble palimpsesto) testigo de los antiguos evangelios siríacos (Vat. iber. 4, ff. 1 y 5)' en la revista 'New Testament Studies'.
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