Daft Punk se quita el casco de robot y advierte sobre la Inteligencia Artificial: «Siempre estuvimos del lado de la humanidad y no del lado de la tecnología»
Thomas Bangalter, uno de los dos miembros del dúo, da la cara en una entrevista en 'The New York Times' y la BBC para presentar su nuevo proyecto en solitario y explicar por qué se separaron
Inteligencia Artificial en la música: la revolución que lo cambiará todo... ¿para bien o para mal?
En febrero de 2021, tras casi tres décadas de labores, el dúo de música electrónica francesa Daft Punk se separó para eclosión de tristeza generalizada en redes. Que, en ejercicio de 'loop' habitual, acabó por desvanecerse bien rápido y que ahora debería trocar ... en curiosidad porque Thomas Bangalter, uno de sus miembros, se ha quitado el casco para contar detalles de su nuevo proyecto en solitario.
Este viernes, en el sello de música clásica Erato, se publicará 'Mythologies', la primera gran obra de Bangalter tras la disolución de su grupo. Se trata de una partitura instrumental de 90 minutos para orquesta sinfónica de toda la vida, sin electrónica, y que fue estrenada con el Ballet Preljocaj el verano pasado en la Ópera Nacional de Burdeos. Allí, aunque ya era realmente 'vox populi' su cara, salió a saludar al término de la actuación en su actual búsqueda de «la apariencia física».
En unos meses en donde la conversación pública se ahoga en la sopa de la inteligencia artificial, Bangalter, que fue un robot durante 28 años, da algunas esclarecedoras pistas a 'The New York Times' y la BBC sobre su variado parecer sobre esto, también vinculado a su obra. «Con la música electrónica es muy difícil y lleva mucho tiempo infundir emoción a las máquinas. Por lo que escribir un acorde o una melodía y hacer que los intérpretes, seres humanos, la toquen y tengan esta cualidad emocional instantánea, es realmente muy emocionante. No es la lucha que tienes contra las máquinas», reflexiona sobre 'Mythologies'.
Junto a Guy-Manuel de Homem-Christo, con quien aún sigue compartiendo estudio, Bangalter se embutió en un traje futurista para cambiar el sonido pop del futuro. Y ahora, en las fotos del 'Times', sale descalzo, con las mangas del jersey subidas, pelo enmarañado y rostro levemente alicaído. Expresivo en su humana inexpresión. Dice, explicando así las causas de la separación de la banda: «Mis prioridades en este mundo en 2023 están del lado de los humanos, no de las máquinas. No tengo absolutamente ningún deseo o intención de ser un robot en 2023. No hay absolutamente ninguna razón por la que quisiera ser uno».
A la BBC, Bangalter cuenta que para prepararse para la composición de su nueva pieza, lo primero que hizo fue leerse los tratados de orquestación de Rimsky-Korsakov o Berlioz «y comprender las reglas que quería seguir y no seguir y romper. Fue un proceso muy humilde, sin duda», quién define a Daft Punk como «un proyecto que desdibujó la línea entre la realidad y la ficción con estos personajes robóticos. Fue un punto muy importante para mí y para Guy-Man[uel] no estropear la narrativa mientras sucedía».
Pero que ahora ha terminado: «Me pareció interesante revelar parte del proceso creativo que se basa en gran medida en humanos y no en algoritmos de ningún tipo. Diría que (Daft Punk) fue una exploración, comenzando con las máquinas y alejándose de ellas. Me encanta la tecnología como herramienta pero de alguna manera me aterroriza la naturaleza de la relación entre las máquinas y nosotros».
Preguntándole este medio británico sobre el debate de la inteligencia artificial en la música, por las aproximaciones que ha realizado ya David Guetta, por ejemplo, o el rechazo burlón mostrado por Nick Cave, Bangalter va más allá de su uso sonoro: «Mis preocupaciones sobre el auge de la inteligencia artificial van más allá de su uso en la creación musical. '2001: una odisea en el espacio' es quizás mi película favorita y la forma en que Kubrick la presentó es tan relevante hoy en día, porque está haciendo exactamente la pregunta que tenemos que hacernos sobre la tecnología y la obsolescencia del hombre».
Y añade respecto a Daft Punk: «Tratamos de usar estas máquinas para expresar algo extremadamente conmovedor que una máquina no puede sentir, pero un humano sí. Siempre estuvimos del lado de la humanidad y no del lado de la tecnología».
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