CRÍTICA DE:
'La voluntad sostenida': Un autorretrato colectivo del comisario en la galería Fernández-Braso
DIBUJO
Guillermo Martín Bermejo se viste el traje de comisario y reúne a un nutrido número de jóvenes dibujantes para Fernández-Baso
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Madrid
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Iniciar sesiónLlegando al final de la temporada es habitual que las galerías hayan agotado sus mejores cartuchos y recurran a colectivas donde se conjugan nombres de la casa. Cualquier iniciativa con algo de sentido resultará siempre mejor que el 'totum revolutum' que hace no tanto ... era norma común por estas fechas preestivales.
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En esta ocasión se sortea el peligro, y lo presentado tiene no sólo lógica interna, sino verdadero interés. Algo conseguido a partir de una doble generosidad: por un lado, la galería Fernández-Braso ha confiado la responsabilidad comisarial a un artista incorporado hace poco a su programa, Guillermo Martín Bermejo, tratando además la muestra con todo mimo, incluyendo la edición impresa de un catálogo; por otro, Martín Bermejo, recordando con tristeza cómo en el arranque de su carrera nunca obtuvo el apoyo de otros colegas mayores o más establecidos, ha querido dar esta oportunidad a unos nombres con menos oportunidades.
Son doce artistas cuya obra tiene una ligazón especial con el dibujo, como le ocurre al comisario, quien ha definido al grupo como un «apostolado», muy cercanos a él en lo que a sensibilidad y cercanía biográfica se refiere: Irene Anguita, José Casas, María Chaves, Gil Gijón, Manuel J. Tabares, Silvia Lermo, Jan Matthews, Pepa Mora, Guillermo Peñalver,Martín Supercolores, Lucía Tello y Fabro Tranchida.
Selección audazmente subjetiva e inevitablemente irregular, porque no se trata tanto de ofrecer una tesis sobre la disciplina en esas generaciones más jóvenes que la suya (oscilan entre los 27 y 42 años), como en proponer una mirada personal y tendenciosa, filtrada por lo sentimental, que al cabo no podemos dejar de ver sino como una suerte de autorretrato del comisario. Sesgo quizá prescindible en otros casos profesionales pero que en este no sólo parece necesario, sino que refuerza el atractivo del resultado y suma otra capa a su lectura.
Dibujar como el camino de mayor inmediatez y austeridad para plasmar las imágenes mentales: rapidez, economía de medios y cercanía a las ideas que nos lo hace tan atractivo, por cuanto parece más cercano al cuerpo del artista, a sus pensamientos y su mano.
'La voluntad sostenida'
Colectiva. Galería Fernández-Braso. Madrid. C/ Villanueva, 30. Comisario: Guillermo Martín Bermejo. Hasta el 27 de julio. Tres estrellas
Todo el dibujo seleccionado se mueve en unos parámetros similares en lo que se refiere a las estrategias textuales empleadas: entendido como representación que se plasma en el soporte del papel con medios muy restringidos en cuanto a técnica y color, el dibujo para todos ellos resulta una herramienta más plástica que conceptual que tiende a la imagen antes que al texto, al análisis estadístico del dato, al esquema o al diagrama, al archivo... Un dibujo, pues, en su sentido más clásico por lo general, y si bien se mira, toda una declaración de intenciones.
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