'Vista parcial', de Ibon Aranberri en el Museo Reina Sofía: Territorios con huella y memoria

Se trata de una exposición que, por una parte, ofrece un completo panorama de sus principales trabajos realizados a partir de la década de los 90 hasta la actualidad, y, por otro lado, plantea una revisión de estos proyectos, aplicando su visión actual. Una decisión razonable por cuanto la mayoría de sus propuestas no pueden considerarse como piezas cerradas y conclusas, sino como obras en proceso que requieren de un seguimiento y de una nueva mirada, más allá de su teórica finalización, y que señalan una evolución en sus mecanismos artísticos y conceptuales a través de los años.

La exposición no se plantea así de una manera puramente cronológica, por el contrario, sugiere correlaciones y nexos afines entre las distintas obras, al considerarlas en continuo proceso, logrando nuevas lecturas específicas. Son más de cuarenta que se formalizan a través de una amplia diversidad de formatos y lenguajes: fotografía, dibujo, escultura, instalaciones, diaporamas, restos arquitectónicos, objetos metálicos, material documental, vídeo, cine y sonido.

Ibon Aranberri (Deba, Guipúzcoa, 1969) es uno de los artistas vascos con mayor proyección internacional, especialmente tras su participación en la Documenta de Kassel de 2007. Su área de actuación se centra fundamentalmente en el análisis crítico y la reflexión sobre la huella que las intervenciones humanas arrojan en el contexto de la Naturaleza, el territorio y el paisaje, con una mirada plural en la que Historia, cultura, estética y política se interrelacionan.

La primera sección abarca trabajos vinculados a los espacios naturales, vertiendo una luz crítica y política sobre el paisaje. Se trata posiblemente de algunas de sus obras más representativas, en las que focaliza su interés y preocupación por una resignificación de esos lugares, que en ocasiones pueden ser contemplados asimismo como constructos artificiales generados por el hombre, y que a lo largo del tiempo se han visto modificados y contextualizados por diferentes causas sociales, económicas y políticas.

Una de esas propuestas referenciales, 'Luz sobre Lemóniz', reflexiona sobre esta central nuclear de Vizcaya –un equipamiento que quedaría sin concluir y que nunca llegó a estar en funcionamiento–. Por su parte, 'Figura fuera de campo' trata de la acción del hombre sobre el territorio natural por medio de la reforestación.

Su investigación con respecto a la transformación del paisaje sometido a los intereses poco naturales de los poderes políticos y económicos por medio de la continua, desaforada y publicitada construcción durante la dictadura franquista de numerosos embalses y pantanos (quienes peinamos canas en la memoria lo recordamos perfectamente a través del inefable y ubicuo No-Do), cobra forma en 'Política hidráulica', una de sus piezas más emblemáticas –pertenece a la colección del Reina Sofía, que ya la ha expuesto varias veces– y en 'Mar del Pirineo'. Son reflexiones sobre la destrucción del patrimonio como consecuencia de grandes infraestructuras públicas, como también puede comprobarse en 'Gramática de meseta', expuesta en la abadía de Santo Domingo de Silos, y en la que presentaba restos arquitectónicos de la iglesia prerrománica de San Pedro de la Nave.

Otros trabajos de Aranberri que también se alinean dentro de esas coordenadas son 'Exercises on the North Side', un filme en 16 milímetros sobre el cine de montaña como género cinematográfico, o, igualmente, 'Zulo beltzen geometría', una acción iniciada en 2007 con el objetivo de impedir el acceso a una cueva natural de Iritegui, en la localidad guipuzcoana de Oñati, culminada con su reapertura en 2019. A mi juicio, uno de sus trabajos más interesantes.

En un siguiente estadio se muestran otras propuestas que pueden relacionarse con el sustrato escultórico que marca las bases de su inicial trayectoria artística, ya imbuidos por una mirada crítica y una resignificación de índole simbólica. Buen ejemplo sería 'Modelos y constructos', una pieza que elabora una personal relectura modificada del sentido de monumento a partir de la conocida estatua de Miguel de Unamuno en Salamanca realizada por Pablo Serrano. Del mismo modo encontramos otras obras que pueden alinearse dentro de parámetros similares, poniendo un especial énfasis en su valoración histórica, como 'Línea de sombra', diversos 'frottages' de lápidas funerarias como una forma rudimentaria de inventariar la memoria. Análogamente pueden citarse en esta misma línea de recuperación temporal otros trabajos como 'Almanaque' y 'Compendium'.

Una última y más reciente línea de trabajo estará presente con un conjunto de obras vinculadas a diferentes actividades técnicas y manuales de carácter industrial. Me refiero especialmente a 'La máquina es la mano', una instalación realizada inicialmente en el Museo de la Industria Armera de Eibar a base de diferentes piezas y pequeños bloques de hierro, con un claro sabor a prototipos escultóricos. O, asimismo, el proyecto 'Operatori', que se muestra ahora aquí por vez primera.

Ibon Aranberri

'Vista parcial'. Cuatro historias. Museo Reina Sofía. Madrid. C/ Santa Isabel, 52. Comisarios: Manuel Borja-Villel y Beatriz Herráez. Hasta el 11 de marzo

En suma, se trata de un proyecto expositivo complejo, exhaustivo, arduo y difícil en su contemplación, pero que –con ciertos altibajos formales y conceptuales– no deja de ofrecernos razones para pensar y sentir.