Regina Giménez: Lo que no se quiere borrar

Con un ingenio extremadamente sutil, ha rescatado un plan de enseñanza artística propuesto por Ángel Ferrant en 1932 y descalificado en ese momento como «más poético que pedagógico y practicable». Lo que intentaba aquel artista, que fue un adalid y transmisor del espíritu vanguardista, era liberar la imaginación de los alumnos haciendo que dejaran de lado la estupidizante tarea de la copia que no conduce más que a la fosilización mental.

Giménez, más que borrar, 'recubre pictóricamente' las explicaciones textuales de un material que estaba planteado para impartir clases en la Escuela Llotja de Barcelona. Lejos de la retórica (pseudo)conceptual o del historicismo citacionista, plantea unos juegos geométricos que también estaban presentes en otras piezas que ha realizado con libros de los años treinta y cuarenta en los que los infantes aprendían los nombres de los planetas y sus trayectorias orbitales. En cierto sentido, esta creadora 'visionaria' propone un peculiar 'cosmismo' con el que sugiere aprender a ver las cosas de otras maneras.

Otro de los materiales que se ha 'apropiado' para realizar las obras de esta estupenda exposición en F2 (Madrid) y Ana Mas (Barcelona) es la publicación 'Manos Hábiles. Trabajos Manuales', publicado por la Editorial Miñón en 1971 que, curiosamente, utilicé cuando no era otra cosa que un imberbe insolente con ganas de estudiar cualquier cosa antes que jugarme la vida con la sierra de pelo o tratar de encajar un dibujo en un papel milimetrado. De aquellas frustraciones en las manualidades vendrá, sin necesidad de apelar al psicoanálisis, mi posicionamiento resentido al ordenador para hablar del arte que no puedo ejecutar.

Ciertamente, Regina Giménez no quiere demostrar que es la alumna ejemplar que puede ejecutar todos los trabajos artísticos almacenados en el archivo histórico-azaroso que reactualiza. En sus obras demuestra que confía y disfruta con lo azaroso y que apuesta con vigor por 'lo poético'. En el error puede surgir el destello de posibilidades no imaginadas o, mejor, ahí es donde podía liberarse, como pretendía Ferrant, la imaginación. Lo abstracto es, por tanto, algo concreto, una suerte de incitación a no marcar el paso fijado por la lógica de la instrucción.

Regina Giménez

'Más poético que pedagógico y practicable'. Galería F2. Madrid. C/ Doctor Fourquet, 28. Hasta el 20 de mayo. Galería Ana Mas. Barcelona. C/ Isaac Peral, 7. Hasta el 9 de junio

Estas hipnóticas composiciones tienen algo de neo-suprematismo espectral y de rescate de aquella omnipotencia del sueño que el Surrealismo, tal admirado por Ferrant, propugnara. Las marcas del encerado no son aquellas aterradoras de la raíz cuadrada que no sabíamos resolver, sino los rastros de una vitalidad desbordante que nada pudo borrar.