Red de falsificadores

Su último movimiento se realizó hace dos años, cuando unos sujetos ofrecieron a La Casa Museo Archivo Rubén Darío (León), unos manuscritos parecidos a los que alberga Arizona. «Les pregunté por el origen de los documentos y se pusieron nerviosos amenazándome que si no los compraba, se irían como, en efecto, terminó sucediendo», admite una de las fuentes que prefiere no revelar su nombre por temor a represalias.

Jorge Eduardo Arellano, exdirector de la Academia Nicaragüense de la Lengua y cercano al régimen de Ortega, ha querido pronunciarse admitiendo que dicha red «ha tenido éxito económico, pues vendió falsos manuscritos nada menos que a los expresidentes de Venezuela y Ecuador».

Con un pie puesto en Nicaragua y otro en España. En medio de una dictadura, amenazas de muerte, llamadas transatlánticas y correos, dos son los cómplices que han sido mencionados: Manuel Jerónimo Noguera Ramírez y Alfonso Vijil.

El primero de ellos, historiador y abogado público fallecido hace tan sólo unos meses (con condolencias incluidas del falsificador por redes sociales considerándolo «un gran talento y virtuoso ser humano»). El segundo, un librero de origen nicaragüense que reside en California y lleva años recomendando compras de manuscritos a entidades educativas estadounidenses en su plataforma 'Libros Latinos'. Arellano afirma que «el librero Alfonso Vijil fue el que había recomendado a la Universidad de Arizona adquirir esos documentos». Libros Latinos no ha querido hablar con ABC.

Ahora bien, ¿cómo burlar a académicos, peritos y a dos prestigiosas universidades? En primer lugar, gracias al vínculo familiar de Bermúdez Balladares con el que fue secretario de Darío. Pues es nieto de uno de sus hermanos. Segundo, contando con un peritaje que confirma la autenticidad de los documentos, pero erróneo si se limita sólo a tinta y papel, según expertos darianos. Y, por último, por el respaldo de las ventas realizadas a otras instituciones y particulares antes de la monumental adquisición de Arizona.

A Bermúdez Balladares, sus detractores nicaragüenses lo conocen como 'Raulito' para diferenciarlo de su abuelo Raúl Bermúdez Baca que lo crio como un padre. El presunto falsificador vive en Managua, algunos dicen que en León fue declarado persona 'Non-grata'. Sin embargo, su cercanía con la dictadura orteguista y la primera línea de la corrupción, lo han convertido en un hombre poderoso.

Es muy amigo de los Gurdián, familia leonesa nicaragüense, cuyo historial está ligado a la malversación de fondos y narcotráfico. «El exalcalde de la ciudad, Roger Gurdián, limpió sus antecedentes penales antes de llegar a la alcaldía porque estuvo en juicio por cocaína», cuenta una fuente del departamento de Auxilio Judicial Nicaragüense.