UNA MIRADA ACADÉMICA
Principio de parsimonia
Se emplea con frecuencia en disciplinas tan dispares como la biología, la economía, la estadística, la medicina o la informática
Otros artículos de 'Una mirada académica'
José María Bermúdez de Castro
En su primera acepción, nuestro Diccionario de la Lengua Española (DLE) define la palabra «parsimonia» (del latín, parsimonia), como «lentitud y sosiego en el modo de hablar o de obrar; flema, frialdad de ánimo». La segunda acepción está relacionada con ... la economía: «frugalidad y moderación en los gastos». La tercera reza del modo siguiente: «circunspección, templanza». La primera definición está relacionada con una forma de actuar tranquila y serena, pero también apática, con calma e indolencia. La segunda y la tercera acepciones nos llevan a entender este término de un modo similar: frugalidad, mesura, moderación, sobriedad, templanza, mesura ..., en nuestra manera de proceder.
En ciencia es común el empleo de la forma compleja «principio de parsimonia», como una regla muy general del método científico que actualmente no figura en el DLE. Este principio (lex parsimoniae) también recibe el nombre de «principio de economía» y de manera popular «navaja de Ockham» (o de Occam). Esta última expresión aparece curiosamente en el Diccionario histórico de la lengua española, a propósito de la etimología de la palabra navaja y sus variantes, aludiendo a una cita de Ramiro de Maeztu publicado en enero de 1935 en el diario Acción Española (Madrid).
Guillermo de Ockham (1285-1347) fue un fraile franciscano inglés de notables conocimientos filosóficos y teológicos, a quien se atribuye —con dudas razonables— este principio metodológico, según el cual ante un problema científico dado y en igualdad de condiciones la explicación más simple, con menos axiomas y postulados, suele ser la más probable —aunque no necesariamente la verdadera.
Es posible que Guillermo de Ockham empleara con cierta frecuencia esta forma compleja
En cualquier caso, este principio puede rastrearse a través de varios autores hasta Aristóteles quien en su Analytica Posterioraescribe: «Podemos asumir la superioridad ceteris paribus de la demostración que se deriva de menos postulados o hipótesis». Es posible que Guillermo de Ockham empleara con cierta frecuencia esta forma compleja y la historia haya sido generosa con él atribuyéndole la idea. Pero esa es ya otra cuestión.
La elección de la hipótesis más sencilla o con menos complejidad es una forma de actuar moderada, sensata o sobria. Así que el principio de parsimonia estaría relacionado con la segunda y tercera acepciones del DLE.
Con independencia de que este principio haya sido debatido y rechazado por filósofos como Immanuel Kant o científicos como el propio Albert Einstein —que, no obstante, la utilizó en la formulación de la teoría de relatividad especial—, lo cierto es que se emplea con frecuencia en disciplinas tan dispares como la biología, la economía, la estadística, la medicina o la informática. Si esta forma compleja fuera capaz de salir de las altas murallas de la ciencia y la filosofía quizá podría tener acomodo en nuestro DLE.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete