'Polilla', de Alba Muñoz: viaje al corazón de las tinieblas

Para resumirla, podríamos decir que se trata de una novela a caballo entre la ficción, la autobiografía y el reportaje periodístico (sin ser ninguna de las tres cosas al uso) sobre la posguerra en Bosnia, sobre una joven de veinte años que se marcha a aquel país en busca de un gran reportaje sobre las víctimas de trata con el que triunfar como periodista.

Basado en su propia experiencia como reportera independiente, el relato que Muñoz traza del conflicto resulta tan interesante como devastador. «Cuando se firmaron los acuerdos de paz en 1995, había novecientos prostíbulos operativos en un país del tamaño de Murcia», se dice en un pasaje. Pero pronto, nos damos cuenta que lo más interesante es ella, cómo vive esos años de juventud y cómo los verá después, que la guerra es solo el contrapunto para contar las torcidas relaciones sentimentales que tuvo con algunos hombres importantes en su vida y consigo misma.

Las heridas que nos marcan y arrastramos a lo largo de la vida, el cuerpo como lugar de placer y también dolor, de deseo, ternura y a la vez crueldad, la capacidad para amarnos y herirnos unos a otros y, súbitamente, enfrentarnos a nosotros mismos, la profundidad de nuestros abismos, nuestras pulsiones de violencia y muerte, las formas de entender y ser libre, lo que queda en nosotros de nuestro yo pasado, cómo las personas nos convertimos en quienes somos y el precio que pagamos por ello.

A partir de ese relato de posguerra narrado en primera persona, la escritora explora todas estas cuestiones. Lo hace desde una voz poderosa e incisiva, precisa y a la vez poética, capaz de hurgar en esas heridas que desgarran y queman. Es ahí precisamente donde reside una de las grandes bazas de novela, en esa voz seductora, dura y por momentos nostálgica, que desde una aparente ligereza es capaz de llegar a ser profunda y verdadera, asomarse al abismo y crear todo un estilo.

Un estilo capaz de hacer literatura desde la pura experiencia, adentrarse de forma contenida y a la vez desgarradora en la profundidad de una vivencia, un recuerdo, un sentimiento o una emoción, hablar de la complejidad humana, de las contradicciones que nos habitan, sin necesidad de resolverlas.

«A veces lo más complicado es muy sencillo. A veces las chicas nos exponemos al peligro sin engaños ni ceder a presiones. Abrimos las piernas como quien abre un telón, a la espera de que suceda algo». 'Polilla' es una valiente y emocionante primera novela, tan compleja como la vida, una novela llena de tristeza y también belleza sobre los lugares oscuros del alma, sobre la búsqueda de libertad más allá de paternalismos y pretensiones edificantes.