Polaroid, la abuela de Instagram y tiktok para los artistas

La revolución venía dada tanto por la capacidad instantánea de la cámara como por sus variadas aplicaciones, incluido el acercamiento al público amateur. Como recuerda el texto expositivo: «Mientras que las familias dejaban constancia de aniversarios y fiestas de graduación, los cineastas y fotógrafos de moda hacían tomas de prueba, los científicos consignaban sus observaciones, la policía documentaba los lugares donde se había cometido un delito, y los artistas, por su parte, adoptaban ese nuevo medio por lo singular y llamativo de sus cualidades». H. Land inventa, patenta y distribuye al mundo entero un instrumento de creación cuya utilidad transciende el marco de cualquier disciplina.

Pronto los artistas se hacen cargo del juguete, que para siempre cambiaría la experiencia de fotografiar. En el catálogo de la exposición, con valiosos textos al respecto, encontramos las palabras de un artista que describe a la perfección el amor a primera vista, Arno Bauman: «Descubrí que las posibilidades de los materiales eran numerosas, al mismo tiempo que volvía a la esencia de la fotografía: mirar, componer, esperar, darle al botón en el momento justo y desear que el resultado sea satisfactorio, sin pasar por la sala de revelado». Hablamos de la cámara que mantiene unos segundos la ilusión, la sorpresa, segundos parecidos a los que consumimos antes de abrir un regalo. Despierta al niño que llevamos dentro. Es divertida.

Y una vez añadido el complemento de la diversión a la técnica fotográfica, evidentemente, el mundo del arte se apoderaría del potencial revolucionario de la inmediatez. La Polaroid proporcionaba al fotógrafo la experiencia única de sentirse el 'link' entre dos realidades instantáneas. La gran aportación de H. Land era la rapidez: al reducir el tiempo de aparición, en tu mano, de lo que acaba de ocurrir ante tus ojos, consigue acortar la distancia entre el motivo fotografiado y su recuerdo. Se trataba de la primera impresora de imágenes instantánea y portátil.

Nos encontramos ante la única parada de la exposición 'Proyecto Polaroid' en España, producida por el MIT Museum de Cambridge (Massachusetts), en colaboración con la Foundation for the Exhibition of Photography. Un total de trescientas piezas componen la muestra panorámica del fenómeno Polaroid, una empresa de tecnología vanguardista y pionera en la industria de las artes, las ciencias y el ocio. Por un lado, se exhiben una selección de imágenes, vídeos y experimentos visuales de unos cien artistas desde 1940 hasta nuestros días: André Kertész, Sandi Fellman, Peter Beard, Dennis Hopper, Robert Mapplethorpe, George Silk, Shelby Lee Adams, Fazal Sheikh, Chuck Close, Philippe Halsman y un largo etcétera de creadores que no dejaron pasar la oportunidad de manipular y jugar con la capacidad exclusiva de la cámara-reveladora para aportar puntos de vista nuevos a su obra personal, dentro de lo que hoy en día ya es un género artístico de por sí: la polaroid. Por otro lado, las obras se acompañan de una retrospectiva técnica de prototipos, cámaras y material relacionado con la evolución de la máquina instantánea.

Andy Warhol utilizaba la Polaroid como se utiliza hoy la cámara de nuestro móvil, para narrar el día a día; cualquier momento era bueno para cazar, y, de hecho, no se separó de ella en treinta años de carrera profesional. Polaroid fue la cámara con la que hasta Philip Lorca diCorcia se atreve a pintar, como podemos comprobar en una película Polaroid Polacolor de la serie 660, 'Sin título', en exposición en la Fundación coruñesa. DiCorcia no es el único que se lanza a darle una segunda vida al Impresionismo, también Richard Hamilton o Anselm Adams, este último nombrado en 1949 consultor de la empresa para investigar nuevos equipos y emulsiones. Empresa que en 1973 le proporcionó a Walker Evans suministro ilimitado de película, y que en 1972 le encargó a Charles y Ray Eames un vídeo promocional sobre el modelo SX70.

Igual que los Eames querían acercar el diseño a todas las casas del mundo, entre los ideales de H. Land brillaba el propósito de acercar el medio a las masas: todos podemos ser fotógrafos. Al reducir los pasos en la elaboración de una imagen fotográfica, el acceso universal a la creatividad da un paso al frente. Si el lema más conocido de los Eames era «lo mejor, para la mayoría, al mejor precio», digamos que el de Land sería, «en cualquier momento, en cualquier lugar y para cualquier persona».

'Proyecto Polaroid. En la intersección entre el arte y la tecnología'

Colectiva. Fundación Barrié. La Coruña. Cantón Grande, 9. Comisarios: W. Ewing, B. Hitchcock, D. Douglas, R. Reuter y G. van Zante. Hasta el 9 de julio

El motivo de la desaparición de esta gran empresa en 2008 (tal y como la conocíamos, actualmente se encuentra insertada en el mercado digital) no es otro que el de haberse adelantado a los avances tecnológicos y sociales cincuenta años. El tiempo solo le ha dado la razón a esta gran aproximación a la inmediatez de la imagen creado e mediados del siglo XX. Tanto con una Polaroid en los años cincuenta como con el teléfono móvil, seguimos guardando las fotos en el bolsillo.