LIBROS
Paolo Giordano repasa los pequeños apocalipsis cotidianos
Narrativa
Su última novela es su obra más personal. Plenamente contemporánea, diseña con exactitud el estado de malestar generalizado y sus encendidos debates
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Iniciar sesión¿Evasión de los problemas personales que perturban una vida conyugal, o fijación en cuestiones acuciantes del presente con el objeto de esquivar a toda costa los primeros? A lo largo de 'Tasmania', la excelente y brillantísima nueva novela del italiano Paolo Giordano (Turín, ... 1982), novela que avanza como un puzle de la inacción, del evadirse de lo inmediato e íntimo, para trascender hacia lo general y global, un hombre no logra avanzar en lo que es una encrucijada personal.
Quizá su mayor crisis de los últimos años. Inmerso en un conflicto de pareja con su compañera Lorenza, angustiados ambos por la imposibilidad de tener hijos, y a la vez llenos de dudas sobre la conveniencia de tenerlos o no en un planeta sin cesar amenazado, Paolo-san, que es el único nombre que se nos proporciona de este protagonista a lo largo de la historia, ha emprendido la última de sus posiblemente fallidas decisiones: físico de formación, aunque dedicado plenamente a la escritura, tanto en periódicos como en forma de libros, planea desde hace tiempo, sin lograr darle el punto final, una obra sobre la bomba atómica y sus efectos radioactivos.
NOVELA
'Tasmania'
- Autor Paolo Giordano
- Editorial Tusquets
- Páginas 216
- Precio 20,90 euros
Mientras tanto, como él mismo reconoce, tiene la impresión de que muchos de los, a diario, anunciados como «desastres inminentes», sirven para enganchar la atención de seres humanos asediados por las dudas, por miedos y temores inciertos, pero sobre todo por la amenaza de un no-futuro permanente que les sirve como excusa para no avanzar. Una fijación que siempre empuja a alzar la mirada hacia algo más grande que nosotros mismos, más apremiante. «La fijación que muchos tenemos con los desastres inminentes —se confiesa a sí mismo este narrador— ese interés por las tragedias, un interés que creemos noble», ayuda no pocas veces «a diluir el sufrimiento personal».
A fuerza de hallar siempre «algo más difícil, más urgente y amenazador», en cada pequeño o gran apocalipsis cotidiano, en cada terror personal, en cada «sensación de duelo sin pérdida», de «fatigada inevitabilidad» que flota en el ambiente, contagiando a cada cual, se buscan reflejos de la extinción general hacia la que se encamina el mundo. Cataclismos incesantes, en cadena, que desfilan ante nuestros ojos, unos ojos incapaces de eludirlos. También son incapaces de separarse de la pantalla, de eludir el terror que provocan, los occidentales que, hipnóticos, contemplan las decapitaciones de secuestrados por el Estado Islámico, colgadas con una gran perfección técnica en las redes.
Cataclismos incesantes, en cadena, que desfilan ante nuestros ojos
Unas veces son los atentados del Bataclán que aún resuenan, en un París militarizado, al que acaba de llegar en noviembre de 2015 el protagonista de esta historia, enviado por el periódico en el que colabora para cubrir una cumbre sobre el cambio climático, en su calidad de científico. Poco después, en esos cataclismos en cadena que nunca descansan, y de los que nadie, globalmente, se puede evadir, un camión embiste a decenas de personas en un mercadillo de Navidad en Berlín. ¿Cómo luchar, por parte de los científicos, ante cierta «indiferencia instintiva» a la hora de investigar, indiferencia en la que se refugiaron los más grandes físicos nucleares, los Enrico Fermi, Heinsenberg, Oppenheimer, Wigner del pasado siglo?
Pandemia
Quinta novela del celebrado autor de magníficas obras anteriores como 'La soledad de los números primos' o 'El cuerpo humano', además de un breve ensayo, igualmente excelente, escrito durante la pandemia, 'En tiempos de contagio,' la novela actual de Giordano, físico de formación como su protagonista, es su obra más personal. Plenamente contemporánea, diseñando con exactitud el malestar, encendidos debates y preocupaciones principales de nuestros días, con continuos guiños a la autoficción y con pequeñas pistas relacionadas con su propia biografía, se trata de una obra llena de preguntas. También de dilemas de la ética y de la imposibilidad de hallar respuestas que tranquilicen, que den seguridad y sosiego, más allá del sosiego emocional, inmediato, que proporcionan los sentimientos, a la hora de nuestro contacto feliz y más o menos duradero con los que nos rodean.
Una obra que habla sobre todo de la incerteza y extrema vulnerabilidad de todos nosotros ante misterios insondables de nuestra existencia, pero también del futuro del planeta. ¿Es posible hoy día evadirse por completo del presente, de los desastres medioambientales provocados por el hombre, que dice estar trabajando en cada momento para evitarlos? ¿Existe la física desligada del mundo?
Hay que actuar
En los diálogos que mantienen los dos jóvenes físicos que se han reencontrado, uno, Giulio, que se quedó en la universidad al acabar el doctorado, y otro, Paolo-san, que escogió dedicarse a la escritura, este último le preguntará a su amigo: «¿De verdad crees que debatir y enfrentarnos a la posibilidad de extinguirnos conseguiría que cambiáramos nuestra conducta?». Optimista, con fe en cierto «renacimiento científico» que implique más conciencia y compromiso, Giulio, recién separado, inmerso en un caótico divorcio, le responde a Paolo que hay que actuar «en lugar de abandonarnos al derrotismo». Su amigo escritor lo escucha, pero al mismo tiempo, sin ser insolidario con el planeta o un irresponsable negacionista, puntualizará las diferencias entre ambos: «Tú posees una estructura de esperanza mucho más sólida, estudias, te cuestionas cosas, actúas, mientras que yo simplemente me dejo llevar».
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