'Una noche de Reyes', de Noemí Trujillo: sentido y sensibilidad

Su último libro, sin embargo, es mucho más íntimo y trata del homenaje de la escritora a varias mujeres ganadoras del Premio Nadal y que tiene que ver, asimismo, con un cáncer detectado a la autora ya que fue escrito bajo operaciones y sesiones de quimioterapia.

NOVELA

'Una noche de Reyes'

• Autora Noemí Trujillo
• Editorial Destino
• Año 2025
• Páginas 260
• Precio 19,90 euros

El título del libro es ya significativo. 'Una noche de Reyes', evidentemente, tiene que ver con los regalos navideños pero es también la noche en que se otorga uno de los premios más prestigiosos de la literatura española: el Premio Nadal, que a lo largo de su historia ha sido dado a escritoras de la talla de Carmen Laforet, Elena Quiroga, autora que Vintila Horia recomendó a Ernst Jünger que leyera, Dolores Medio, Lluísa Forrellad, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Carmen Gómez Ojea y Rosa Regás. Pues bien, en esa noche, que tiene por sí algo de mágica, a Noemí Trujillo se le aparecen los fantasmas de estas escritoras y con ellas establece una serie de diálogos que desembocan en complicidades muy íntimas.

El libro es una confesión sobre el amor, la importancia de la familia, la literatura y la enfermedad. Parece ser que, en principio, tomaba la forma de ensayo sobre las mujeres que ganaron el Premio pero el anuncio de la enfermedad hizo que el tema se convirtiese poco a poco dentro de las vivencias de la misma y el repaso a la memoria y los recuerdos, que son parte indisoluble de cualquier enfermedad.

El resultado ha sido este libro de ficción que no desplaza el rigor que sobre estas autoras tenía el proyecto de ensayo pero que se enriquece considerablemente con el recurso del artificio del diálogo con ellas. Así, el encuentro con Carmen Martín Gaite donde se comienza con una mirada típicamente femenina: «Las luces de tu comedor son como para un velatorio, deberías plantearte cambiarlas— me dice a modo de saludo. Tomo nota: las luces, el sofá, la cafetera. Mañana empiezan las rebajas.

¿Crees en el diablo, Carmen?

Quizá haya comenzado muy fuerte. Un silencio desmesurado reina entre las dos y no sé cómo romperlo. He sido torpe, pero ella sonríe, y eso hace que yo también quiera sonreír, aunque sea tímidamente».

Por fortuna los encuentros con las demás no son tan abruptos pero la cita viene al caso para dar a entender al lector que tiene que vérselas con una autora de muchos recursos, incluso aquellos que en apariencia parecen más azarosos. Esa pregunta abrupta se entiende si se llega al final del libro: «No puedo olvidarme de comprar una cafetera nueva y un billete de tren con destino a Barcelona, cuando esté allí iré al puerto de Barcelona y pediré a tu salud, querida Carmen, una cerveza, queso y almendras». De esta fina sensibilidad está lleno este libro.