libros
Mohamed Mbougar Sarr, un Bolaño africano en el corazón de las tinieblas
narrativa
'La más recóndita memoria de los hombres', del escritor senegalés ha ganado, entre otros galardones, el prestigioso premio Goncourt
Mohamed Mbougar Sarr (Dakar, Senegal, 1990)
Son muchas las cosas que unen ‘La más recóndita memoria de los hombres’ con la obra de Roberto Bolaño, comenzando por el título, tomado de un pasaje de ‘Los detectives salvajes’. Pertenece, como la novela mencionada y sobre todo como ‘2666’, a un género ... literario posiblemente inventado por el chileno y que podríamos calificar como «novela negra de escritores», un tipo de novela de misterio en la que el desaparecido o el asesinado no es, como suele suceder en la novela negra, una mujer joven, sino un escritor, y en la que el protagonista no es un detective o un policía, sino un «detective salvaje», es decir, un escritor o crítico que busca a otro misterioso escritor perdido.
Diégane, el joven escritor senegalés, se impone a sí mismo la tarea de investigar el rastro del misterioso T. C. Elimane, autor de la novela legendaria ‘El laberinto de lo inhumano’, del mismo modo que los cuatro críticos de ‘2666’ buscan infructuosamente al misterioso Arcimboldi. Otros rasgos bolañescos son la importancia dada a los sueños; las listas de sucesos policiales (mujeres asesinadas en ‘2666’, casos de suicidio en la presente novela); la aparición de personajes del Tercer Reich, incluso la búsqueda de un nazi que ha huido a América, un elemento estructural que relaciona una vez más a Elimane con Arcimboldi; un deseo de alcanzar una visión polifónica y multicultural en una trama que se extiende por tres continentes y, sobre todo la fascinación con eso que podríamos llamar «el enigma del mal», encarnado aquí por nazis, señores de la guerra, magos negros…
NOVELA
'La más recóndita memoria de los hombres'
- Autor Mohamed Mbougar Sarr
- Editorial Anagrama
- Año 2022
- Páginas 445
- Precio 22,90 euros
Diégane se obsesiona con ‘El laberinto de lo inhumano’, una novela excepcionalmente cruel y oscura (¡por supuesto!) que parece representar algo así como ese corazón de las tinieblas que siempre solemos asociar con África. Llegados a este punto podríamos preguntarnos si la visión de Mbougar Sarr sobre este corazón de las tinieblas es esencialmente diferente de la de Conrad o de la de Dennis Johnson en ‘Cuando los dioses ríen’, una de las novelas más tremendas que he leído nunca sobre el continente negro. Mbougar Sarr que la literatura transcurra siempre por ríos propios de la literatura, y que la literatura «africana», así lo afirmaba Coetzee, no sea tan distinta de la «occidental».
Compuesta por una multiplicidad de historias en un juego virtuosista de planos
‘El laberinto de lo inhumano’ no tuvo, al parecer, suerte con la crítica, que acusó a su autor de plagio. Desengañado con la mezquindad del mundo literario francés, Elimane se hunde en las sombras, desaparece y se convierte en un personaje tan enigmático que muchos llegan a dudar de su existencia real. Pero existió, desde luego, y poco a poco iremos conociendo su vida con razonable detalle: sus fascinantes orígenes africanos; el padre, convertido en una especie de mago gracias a su encuentro con un místico sufí; su experiencia francesa en el París de la ocupación alemana; su aventura argentina y su amistad en Buenos Aires con Ernesto Sábato, Victoria Ocampo y Gombrowicz.
Y muchas otras cosas mucho más misteriosas y más sombrías que no podemos desvelar aquí para no destripar el libro, entre ellas un curioso acto de venganza contra críticos literarios con la que han soñado, supongo, todos los escritores del mundo. A partir de aquí el libro se adentra en un territorio del mal en el que Bolaño jamás se atrevió a entrar aunque se acercara a sus lindes muchas veces: el de la magia, los espíritus, los «ladrones de almas». También aborda un tema muy de nuestra época que sigue siendo tabú: el suicidio.
Ligero y juguetón
‘La más recóndita memoria de los hombres’ es una gran novela y alcanza una oscuridad absolutamente fascinante en muchas de sus páginas. Comienza con un tono ligero y juguetón, contando las aventuras literarias y sexuales de un grupo de jóvenes escritores en París, pero poco a poco se va hundiendo en un viaje hacia la oscuridad cada vez más espeluznante. Está compuesta por una multiplicidad de historias contadas en un juego virtuosista de planos, de textos, de estilos, y uno no puede parar de leerla. No sé si el misterioso T. C. Elimane es un personaje plenamente conseguido. Suponemos que simboliza la esencia pura e inadulterada de la literatura, quizá de la literatura africana, pero tiene en realidad un paso por las letras más bien tangencial, y tras el fracaso de su primera novela abandona la creación para dedicarse a una elaborada venganza. Realmente nunca acabamos de saber si ‘El laberinto de lo inhumano’ es realmente una obra maestra, como cree Diégane, o la obra prometedora de un diletante.
Como para contradecir a su autor, que afirma una y otra vez que el mundo literario francés es endogámico y no acepta a los que vienen de fuera, ‘La más recóndita memoria de los hombres’ ha ganado, entre otros galardones, el prestigioso premio Goncourt.