LIBROS

Michael Ruse explora el odio que mueve el mundo

ENSayo

¿De dónde viene ese desprecio histórico hacia las clases sociales, los extranjeros, las razas, la sexualidad, las creencias, las discapacidades, los judíos o las mujeres?

Otras críticas del autor

Prisioneros en el campo de exterminio de Auschwitz

César Antonio Molina

11/07/2023 a las 12:11h.

Michael Ruse (1940, Inglaterra), profesor de la Universidad Guelph en Canadá y fundador de la revista 'Biology and Philosophy', es un cuáquero que abandonó la fe a los veinte años. Creció entre mujeres que habían perdido a sus jóvenes familiares masculinos en la Segunda Guerra ... Mundial. El mismo a su tío de veinte años. La sociedad cuáquera se rige por lemas tales como: 'No repliquéis al malvado', 'Amarás al prójimo' o Amad a vuestros enemigos'. Ruse afirma que si la Primera Guerra Mundial fue ya un gran crimen contra la Humanidad, en la segunda conflagración con el Holocausto y la explosión de las bombas atómicas, se llegó a los peores abismos en los que se puede caer. Al vivir en Canadá observó cómo países que no habían intervenido en conflictos bélicos, se veían inmersos ahora por pertenecer a la Commonwealth. Su vida, en estos últimos años, desarrollada en el sur de los EEUU, lo enfrentó a nuevas realidades del odio, el racial.

¿De dónde viene ese desprecio histórico hacia las clases sociales, los extranjeros, las razas, la sexualidad, las creencias, las discapacidades, los judíos o las mujeres? Darwin habló de genes egoístas y que la vida era una pugna y quien gana se lo lleva todo. Thomas Henry Huxley se refirió a la ley del más fuerte. Friedrich von Bernhardi, del Estado Mayor Alemán, en su libro 'Alemania y la próxima guerra', publicado antes de la Primera Guerra Mundial, defendió ardientemente la absoluta necesidad biológica de los conflictos. Hay un odio a nivel individual y otro a nivel grupal. Quien nos agravia o desagrada jamás dejará de excitar nuestra cólera-odio. Los cazadores nómadas eran más tranquilos y apacibles. La agricultura y la propiedad lo cambió todo y para mal.

Autor Michael Ruse
Editorial Deusto
Año 2023
Páginas 270
Precio 19,95 euros

El sedentarismo trajo muchos conflictos que antes no se habían producido. Pero el evolucionismo ha sido fundamental para ir moderando actitudes brutales que, sin embargo, siguen reapareciendo sin cesar. Los prejuicios conducen a las guerras. Aún así, como escribe Joshua Green, la sociabilidad demostró que la cooperación proporciona muchos más beneficios materiales que la enemistad. Korand Lorenz, premiado con el Nobel, en su ensayo 'Sobre la agresión: el pretendido mal', habla del simio asesino, carnívoro y caníbal, muy bien reflejado en el filme de Kubric,' 2001:Una odisea del espacio'. Lucha por el poder, la comida o las mujeres. Smith, en 'La riqueza de las naciones', afirma que «la Historia está empapada de sangre humana».

Para Steven Pinker somos un pueblo violento y la violencia la tenemos por naturaleza. Lo pacífico nos viene por la educación y la cultura. También por la prudencia frente a un oponente que puede ser más poderoso. Sin embargo, hay muchas dudas para afirmar que el ser humano es un asesino innato. Se sabe que muchos soldados en las guerras no utilizan sus armas y llevan a cabo servicios sanitarios o de logística que ponen igualmente en peligro sus vidas.

Darwin habló de genes egoístas y que la vida era una pugna y quien gana se lo lleva todo

Y esto lo llevan a cabo en secreto, porque el no combatir es un delito. Gordon Allport en 'La naturaleza del prejuicio', destacó la aversión u hostilidad hacia una persona que pertenece a un grupo, simplemente porque pertenece a ese grupo y porque, por tanto, se asume que tiene las cualidades objetables atribuidas a ese grupo. En el endogrupo, al que se pertenece, existe como fundamento la solidaridad. El exogrupo es ajeno, es contra el que hay que competir para sobrevivir.

Ruse, en este libro tan interesante y tan lleno de referencias muy ilustrativas, le dedica un espacio muy importante a la homosexualidad, el hermafroditismo, la discapacidad, los judíos o las mujeres. El antisemitismo en Alemania fue promovido por Lutero, y tuvo diferentes fases hasta llegar al Holocausto. Platón en 'La República', iguala a las mujeres con los hombres en el gobierno de la ciudad. Tienen el mismo talento y capacidad, pero por su configuración física tienen que cumplir papeles diferentes.

Hay que educar en el respeto hacia los demás y explicar que sin los otros tampoco podemos existir nosotros

Finalmente fue la evolución social quienes las equiparó y liberó de los prejuicios. Otro capítulo importante de 'Por qué odiamos', está dedicado a las guerras, sus justificaciones, sus clases, sus males. En todos los conflictos, civiles o internacionales, la ignorancia es el principal peligro. La ignorancia y el miedo al otro, al desconocido, al extraño. Como especie humana hemos ido evolucionando para confiar en la cooperación en lugar de en la fuerza, en el aprendizaje social en lugar de dejarnos llevar por el instinto. Los seres humanos se caracterizan por una interdependencia obligada. Mientras que en el endogrupo se desarrolla la admiración, la simpatía y la confianza; con respecto al exogrupo se le ve como una amenaza de la armonía interna y la estabilidad de la tribu. Con el exogrupo de por sí hay un trato falto de piedad, de aversión y odio.

Tenemos mayores obligaciones para con los miembros de nuestra propia tribu que para con los extraños. A los extranjeros se les ve fuera de nuestro grupo. No hay más solución para combatir el odio que la educación en el respeto hacia los demás y en saber explicar que sin los otros tampoco podemos existir nosotros. Todos somos necesarios. “Ninguna persona es una isla;/La muerte de cualquier hombre me mengua,/Porque estoy unido a la Humanidad;/Por eso nunca preguntes/ Por quién doblan las campanas;/ Doblan por ti” (John Donne. Meditación XVII, Devociones, 1624).