'La lección': Clase magistral sobre la educación

'La lección' es un fruto más de la rica ficción israelí y aborda conflictos que no pueden ser más locales, pero se entiende a la perfección en cualquier lugar del mundo y, con unos ajustes mínimos y un problema de fondo quizá menos grave, podría ocurrir en cualquiera de nuestros pueblos o ciudades.

La actriz y guionista Deakla Keydar escribió con tino la escalada casi bélica generada a partir de una discusión sobre racismo entre un profesor de Educación Cívica y una de sus alumnas, de 17 años. El trasfondo de la disputa es el conflicto entre árabes y judíos en Israel, pero no es difícil imaginar otros choques de intereses con los que la historia habría tenido similar interés.

Maya Landsman, también ganadora en Canneseries, es la joven actriz que da vida a la pequeña fanática. Al otro lado también brilla Doron Ben-David, al que muchos conocerán por 'Fauda', en el papel de profesor no menos convencido de estar en posesión de la verdad. En realidad, no importa demasiado la posición del espectador en todo el arco parlamentario de su propia ideología. Como un buen medicamento contra el maniqueísmo, el guion permite asimilar la historia por las vías más diversas, sin que el resultado se resienta.

La serie tampoco esconde sus 'simpatías', que deberían ser lo de menos en cualquier exposición inteligente y honesta de un problema. Cualquier espectador, salvo quizás los más fanáticos, encontrará agarraderas a sus ideas y motivos para replantearse sus prejuicios. Lo ideal, como con cualquier arma, es tener el cargador vacío, porque lo más interesante de 'La lección' es cómo ilustra la importancia capital de contar en nuestras aulas con maestros dotados para enseñar a pensar y a dudar de uno mismo, más allá del encorsetamiento ridículo de unas leyes que, de todos modos, tampoco van a perdurar más allá de una o dos legislaturas.

En eso, 'La lección' se destapa como una historia compleja y madura, universal. Keydar, su creadora, insiste en que solo ha querido contar una historia «de la manera más veraz y honesta posible». En este terreno supera incluso a nuestra querida 'Merlí', que sin embargo es mucho más divertida, una concesión y un alivio.

Ambas brillan en el retrato y clasificación de las distintas subespecies de las que se compone el ser humano, en un instituto y en cualquier centro de trabajo. 'La lección' también nos muestra con clarividencia, aunque no sea nada nuevo, los peligros de la cultura de la cancelación y la esclavitud perversa que sufren algunos profesionales del 'público' que los valora, ya sean alumnos, pacientes o incluso lectores.