Cinco minutos de gloria
Si leen, no corran
Este año la Feria del Libro está dedicada al deporte y este buenismo deportivo es para salir corriendo
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Iniciar sesiónNunca me ha gustado demasiado que un evento, ya se llame ARCO o Feria del Libro, lo mismo me da, esté dedicado a algo e, incluso, a alguien, por muy mayúsculo que sea su nombre. Me refiero a que, por ejemplo, se invite a una ... ciudad, a un país, a un continente, a un ente o a una actividad más o menos loable para 'amenizar', para rellenar agenda y actividades varias y mover dineros de aquí y de allá a repartir entre unos y otros. Hay que afinar mucho para que no se diluya el objeto y el objetivo del encuentro primigenio. Por supuesto, admito cualquier clase de matices en esta opinión, pero todo viene al caso porque la Feria del Libro de Madrid (FLM) de este año tiene al deporte como invitado estelar. Tampoco hay que ser muy brillante en la deducción causa-efecto si recordamos que en 2024 tenemos Olimpiadas (en París) y Eurocopa de Fútbol (no tengo idea de dónde se jugará, y tampoco me importa).
¿Es igual de generoso y empático el mundo del deporte con el del libro?
Quien haya atado este cabo no se ha rebanado los sesos. Nada tengo contra el deporte, entre otras razones porque si afirmara lo contrario se me vendrían encima los amos y señores de la corrección política. Pero sí diré que este buenismo deportivo de la FLM es para salir corriendo. Y les explico antes de llegar al 'sprint' final de este artículo. No sé en detalle en qué va a consistir esa simbiosis entre la FLM y el deporte, si se van repartir zapatillas para leer mientras se corre, bicicletas para ir por los senderos del parque del Retiro o, tal vez, se van a levantar ejemplares de los últimos 'best seller' como si fueran pesas para tonificar la musculatura corporal. No se me ocurre, la verdad. Pero, a lo que iba, antes de acabar con la lengua fuera y exhausta: ¿es igual de generoso y empático el mundo del deporte con el del libro? ¿Se reparten obras del último Premio Cervantes, o de cualquier otro autor, por ejemplo, a la salida de los estadios, a las puertas de los gimnasios? ¿Se lee en las gradas durante la final de la Champions? Me dirán que soy un poco demagoga. Puede, pero de demagogia está empedrado nuestro devenir cotidiano desde que confundimos la corrección (lo 'polite') con la tontería y la tontería con la corrección. Ahora que también les digo que contra la demagogia mejor leer mucho y bien que salir corriendo.
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