Cinco minutos de gloria
La Historia huele a nuevo
En la Galería de las Colecciones Reales por primera vez la Historia de España huele a nuevo, no a rancias interpretaciones
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Iniciar sesiónHace unas semanas, antes de que la Galería de las Colecciones Reales abriera sus puertas al público, tuve la inmensa fortuna de pasearme por su salas, de habitar su arquitectura contemporánea casi en solitario. Como en otras muchas experiencias, la primera impresión es la ... que vale o puntúa el doble en el balance. Allí entré oliendo a nuevo por todas partes –del techo al suelo recién pulido, de los ascensores a las rampas de acceso– y salí, después de un exhaustivo paseo, con la grata sensación de que en estos espacios por primera vez la Historia de España también me olía a nuevo, no a rancias interpretaciones ni a manidas manipulaciones, no a aburridas listas de Reyes soltadas de corrido, ni a conquistas y reconquistas sobre lo ya conquistado por si a alguien aún le quedaba alguna duda.
Sin el buen hacer arquitectónico de Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla (quien falleció sin ver concluido este proyecto) y el excelente recorrido y esfuerzo museográfico que aquí se ha acometido nada de esto hubiera sido posible. En la cornisa donde se finiquita el Madrid antiguo y se otea el norte, la sierra al fondo, con sus frescas mañanas y sus espectaculares atardeceres, se recorta la blanca silueta del edificio –una suerte de cápsula del tiempo– en cuyo interior recorremos nuestro pasado de la mano de dos dinastías: los Austrias y los Borbones; del Imperio donde nunca se ponía el sol a otros menesteres no menos vistosos para el arte y sus regustos estéticos. Entre medias, el hallazgo de unos muros del antiguo asentamiento árabe. Siglos y siglos y siglos arropados por el caparazón de lo contemporáneo. Fórmula perfecta: juntar el pasado, el presente y el futuro sin zancadillas ni prejuicios.
Si he de poner una pega, aquí se la dejo y luego me cuentan: después de pasear por las dos salas principales, la historia, el discurso, concluye demasiado rápido, como en aquellas películas o series excelentes en las que en un minuto se remata la trama, se pone el punto y final, que no seguido.
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