Chicken o pasta, susto o muerte

Soltado a bocajarro, de corrido y sonando casi como única palabra, tu mente se imagina de inmediato un 'hashtag' (#chickenopasta) o una tendencia tan estúpida como alguna de las que rigen las modas de la red social X antes llamada Twitter. Hasta se me ocurrió, entre bocado y bocado, crear un 'podcast' con idéntico encabezamiento y no para hablar de gastronomía. Tal vez de basura, de algo muy 'trash', de gentes muy mamarrachas (¡cómo me gusta esta palabra que te llena la boca!) que ojalá tuvieran a Divine, la reina del 'trash', como máxima sacerdotisa. Pero va a ser que la vida tal y como nos la quieren hacer entender ahora es esto: chicken o pasta, susto o muerte, blanco o negro, o me quieres o te mato… Opté por la pasta para comer y estaba mejor el chicken. Elegí el chicken para cenar y estaba mejor la pasta. Me equivoqué en ambos casos y sin opción de dar marcha atrás. Si acaso, practicar un ayuno voluntario.

A los pocos días del viaje, escuchaba en la radio a uno de los padres de la constitución del 78, Miquel Roca i Junyent, en una entrevista. Señalaba al hilo de nuestro presente una frase sabia: «La vida es ruido». Nada tan sencillo ni tan cargado de verdad. Pero ruido no equivale a griterío. Me niego a que todo se resuma a #chikenopasta. A que solo se escuche la voz de los mamarrachos de nuevo cuño. Me apunto a la vida entendida como ruido y al ruido que te hace entender la vida. Pero, mientras tanto, seguimos con el susto o muerte. A las últimas noticias artístico-culturales en Andalucía me remito.