Cinco minutos de gloria
El enigma del cubo boca abajo
«Es más tonto que un cubo boca abajo», oí el otro día. Y me dio por imaginar
Otros artículos de la autora

Un paseo por el Museo Helga de Alvear en Cáceres con Helga de Alvear al lado no tiene precio. La suya es una de las colecciones más rutilantes del arte contemporáneo y ella trasciende el apelativo de personaje, a secas. A cada paso, le ... asalta la inocente sorpresa de «¿pero yo he comprado esto? ¿Y cuándo?», como para quitarle importancia a todo lo que allí atesora. Por otro lado, no hace falta poner calificativos extra a su personalidad para que estas líneas no suenen a peloteo. Pero sí me voy a centrar en un dicho que nos soltó a bote pronto en plena conversación y que no había oído hasta ese momento: «¡Es más tonto que un cubo boca abajo!». Imaginen, ella, tan alemana para algunas cosas y tan pasional para otras. Rápidamente, ante sentencia tan gráfica, que sonaba a refranero apócrifo, mi cabeza imaginó estrictamente un cubo boca abajo sobre el que viertes agua pero el líquido elemento se desparrama y, por ende, moja todo y a todos a su alrededor. No le cala ni la lluvia fina de la inteligencia ni el chaparrón de la creatividad.
Me entró la risa y esbocé mentalmente la portada de un libro emulando las que Manuel Estrada ha diseñado para la colección de bolsillo de Alianza Editorial a lo largo de los últimos catorce años (por cierto, si quieren disfrutar de toda su poesía visual como diseñador gráfico se acaba de editar una selección de sus mejores trabajos). Por supuesto, la foto para esa cubierta recién nacida en mi imaginario se corresponde con la de un antiguo cubo de latón boca abajo –bien iluminado como si de un objeto artístico se tratara, cual urinario de Duchamp– a cuyo alrededor flota la palabra tonto, una y mil veces repetida en estilizadas letras de tipografía Bold, ni muy grandes ni muy pequeñas.
No seguí añadiendo capítulos al volumen porque se me fue la pinza, mientras Helga seguía el recorrido por las salas del museo. El esbozo de ese cubo boca abajo en mi cabeza ahora rivaliza con aquello de que «ser más simple que el asa de un cubo». La mala fama de los cubos se eleva al cuadrado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete