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ABC Cultural

Cinco minutos de gloria

ARCO, parole, parole...

Los pasillos de la feria son cotillas, muy cotillas. Lo mismo susurran rumores que desmienten certezas

«Mis ídolos favoritos de extrema izquierda de Riiko Sakkinen» en ARCO 2022 abc
Laura Revuelta

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Y llega ARCO y van… no sé cuántas. Ni se las cuento ni se las voy a contar. Nada más aburrido que el egocéntrico ejercicio de narrar al estilo de ese «yo estuve allí…» o «yo me encontré con…» o «yo entrevisté a…». Sí algo ... queda claro a estas alturas del discurso y del debate es que se avecina el primer ARCO, desde hace quince años, en el que no veremos a Manuel Borja-Villel culebrear por los estand, cuaderno en mano y sonrisa misteriosa en los labios -sin soltar palabra-, como director del Museo Reina Sofía. Pero nunca una ausencia va a estar tan teñida de su presencia. Algunos/nas ya nos preguntamos si no le echaremos de menos. Si el futuro será más incierto que el pasado. En los pasillos de esa feria no se va a hablar de otro asunto: las especulaciones sobre quién le va a suceder en el cargo, quiénes se presentan a la sucesión y quiénes prefieren abstenerse. Los pasillos de la feria son cotillas, muy cotillas. Lo mismo susurran rumores que desmienten certezas. Lo mismo sirven de lanzadera para postular una candidatura a 'alcaldable' de lo que sea que tiran por tierra esa misma candidatura en cuestión de segundos. Aquí se escenifica en primera persona el teatrillo de los postulantes y de los anti casi todo como no sea de su propia causa. Pasen y escuchen entre bambalinas. No olviden que estamos en año electoral con sus guerras intestinas de fondo. A veces, los pasillos de ARCO se dibujan como laberinto de lamentaciones, de letanías, de encuentros y desencuentros. A veces, los pasillos de ARCO son como los pasadizos romanos donde se asesina a traición por un pedazo de pan, por un puñado de efímera fama artística. A veces, se espera tanto de ARCO, como si fuera o llegara el fin del mundo, como si fuera la última cita de nuestras vidas, que al final uno/a se va casa solo y a solas con el cansancio a cuestas y nada que llevarse a la boca. A veces, uno/a quiere a ARCO tanto como le tiene inquina. ARCO, parole, parole… que cantara la gran Mina.

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