LIBROS
Äsa Larsson, un cadáver en el congelador
Narrativa
Tras diez años de silencio, Åsa Larsson pretende cerrar la exitosa serie protagonizada por la fiscal Rebecka Martinsson
Assa Larsson (Uppsala, Suecia, 1966), con una de sus novelas entre manos
El padre del famoso boxeador Börje Ström desaparece en 1962, cuando Ström todavía es un niño, y su cadáver es descubierto más de cinco décadas después en el congelador de Henry Pekkari, la mañana cercana a la primavera en que la hermana de Pekkari encuentra ... muerto a este último. Así comienza, con dos cuerpos y hielo por todos lados, 'Los pecados de nuestros padres', la novela con la que, tras diez años de silencio, Åsa Larsson pretende cerrar la exitosa serie protagonizada por la fiscal Rebecka Martinsson y la inspectora de policía Anna-Maria Mella; un misterio inspirado en las cuentas pendientes y carencias afectivas de las que se libran muy pocas familias.
Fue en 2003 cuando Larsson publicó 'Aurora boreal' (Seix Barral, 2009), su ópera prima hoy adaptada al cine, y logró con la presentación de Martinsson y Mella un éxito que la situó de inmediato entre los nombres más emblemáticos del 'noir' criminal contemporáneo, a la altura del 'otro' Larsson, Camilla Lackberg o Jo Nesbø.
NOVELA
'Los pecados de nuestros padres'
- Autora Äsa Larsson
Desde entonces, lejos de conformarse e ir templando el nivel de sus historias, la autora sueca ha ido enriqueciendo su estilo y ganando metros de profundidad literaria para ofrecernos en esta ocasión un texto en el que, paradójicamente, lo más frágil y menos importante es la intriga -que aún así engancha- y lo que brilla con rotundidad es la voz, dotada de una nada pretenciosa sensibilidad y una sorprendente empatía.
Yendo y viniendo del pasado, 'Los pecados de nuestros padres' recupera el universo que orbita alrededor de Martinsson, y que los lectores de Larsson ya conocen y reclaman, y se completa con una galería de personajes heridos que constituye lo mejor de la novela.
La acción habla por sí sola y, además de resultarnos creíble, emocionalmente nos arrolla
Son sin duda estos perfiles los que dan pie a las páginas más interesantes, fragmentos en los que, sin recurrir a reflexiones absurdas ni perseguir una falsa trascendencia que, por desgracia, cada vez es más frecuente en el género, Larsson consigue que la acción hable por sí sola y, además de resultarnos creíble, emocionalmente nos arrolle. Todo ello, ambientado en Kiruna y sus gélidos alrededores.
Aridez del frío
La trama se apoya en el escenario para incorporar los elementos más característicos del 'noir' escandinavo, un terreno en el que Larsson es una verdadera experta: la aridez del frío, la desolación sitiando como un tiburón hambriento los acogedores espacios de la comisaría y la casa de Rebecka, donde siempre hay tiempo para conversar; la ausencia de pudor a la hora de describir los estragos del crimen y cierto tono expresionista que nos recuerda a las sombras de Shakespeare... estos son los mimbres que hacen de la Kiruna de Larsson un destino mucho más fértil en detalles y complejidad que la Fjällbacka de Camilla Läckberg.
Merece la pena elegirlo, porque es sin duda el legítimo heredero de una tradición a la que rinde un evidente homenaje. No es casualidad -y esto no es más que un ejemplo- que dentro del nombre de Rebecka Martinsson encontremos el del detective Martin Beck, con el que Maj Sjöwall y Per Wahlöö abrieron camino en los años 60 a todos los investigadores y criminales del frío.