Julio Llamazares: una oportunidad perdida

Y, por último, aunque el primero en orden cronológico, el padre de Manolo Castro, un represaliado maestro republicano que sobrevivió escribiendo, bajo seudónimo de nombre extranjero, novelas de quiosco (como Marcial Lafuente Estefanía) y del que se conoce únicamente la novela ‘Vagalume’, en gallego luciérnaga, metonimia de la función social del escritor.

NOVELA

'Vagalume'

• Autor Julio Llamazares
• Editorial Alfaguara
• Año 2023
• Páginas 216
• Precio 19,90 euros

Toda la novela de Llamazares gira y gira sobre el secreto guardado por el amigo y mentor periodístico del narrador, Manolo Castro, quien a su muerte dejó una serie de manuscritos sin editar, varias novelas y una obra de teatro. La lectura de tan misterioso legado entretiene a César una larga semana en la ciudad provinciana que no se nombra pero bien puede ser León o alguna parecida.

Entre la lectura de esos manuscritos, de los que se ofrece algún fragmento, y las conversaciones con Leonor, Sara y María, viuda e hijas de Manolo y sobre todo las elucubraciones una y otra vez en el bar con el único superviviente de esos periodistas amigos de Manolo, Carracedo, a punto de jubilarse con el que César pasa horas y horas cerrando bares, tratando el monotema del secreto escondido por Manolo. ¿Qué pudo llevar a Manolo a escribir tanto sin que nadie supiese que lo hacía? ¿Qué le llevó a dejar sin publicar sus novelas? ¿Qué secreto guardaba que ni su mujer e hijas conocían? No he contabilizado las veces que este monotema de conversación de bar se repite, pero no exagero si afirmo que no son menos de una veintena.

Lo que va entreteniendo la demora de la resolución del asunto, que la novela deja para el final, como era de esperar, son reflexiones sobre lo que significa escribir sin éxito, ser escritor literario en provincias... Si hablo de oportunidad perdida es porque el tema de ser escritor como alianza y condena podría haber dado alguna sabia ramificación, no tanto de sociología (opción elegida) como de agon poético-trágico (opción sólo sugerida).

Lo decepcionante es que la novela concluya de una forma que el lector lleva tiempo temiéndose, es decir que el gato encerrado sea un secreto escondido del que se han ofrecido vislumbres misteriosos por parte de una mujer que deja al narrador una nota anónima. Tampoco ayuda demasiado saber finalmente que el seudónimo bajo el que Manolo Castro se escondida fuese ‘Vagalume’. ¿Y César no conocía tal nombre de autor? No ha escrito Llamazares, que es autor de obra muy digna, literatura de quiosco, lo que hace más sorprendente que el desenlace de su novela parezca un melodrama a lo Corín Tellado. Nos quedaremos releyendo ‘Luna de Lobos’, ‘El río del olvido’ o ‘Lluvia amarilla’, triada de un escritor notable.