Un secreto

Mayra Montero entra en el asunto con un conocimiento meticuloso del escenario, aquella Cuba de menos de una década de revolución, la política, los prebostes del ajedrez presentes en el certamen y los ambientes nocturnos de una Habana ya difunta. Y, por supuesto, la noche loca de la chica con Bobby Fischer. Leí la novela y después hablé con la autora. No puede incluirse en la corriente de libros que reflexionan retrospectivamente sobre abusos o sobre el consentimiento, a pesar de que él era un gran maestro y ella sólo aprendiz.

Descubrí que no sólo la anécdota fue real, sino que aquella muchacha era ella, Mayra Montero. Se lo ha contado a sí misma mientras lo ha novelado. Aquel amor fue para ella el primer amor. Guarda una memoria feliz a la que ha decidido ser fiel. Ocultó su secreto ante su madre, sus hermanas y ante sus parejas. Hasta que un día se sentó a escribir otra historia y salió esta. En el tablero de la vida un secreto hace jaque y 20 jugadas después te cambia.