La música y el ojo (crítico)

Estaba escuchando allí a Max Richter y caí en la cuenta de que toda su música orbita sobre la esencia cultural de Europa. Su éxito internacional está relacionado con su capacidad para evocar una modulación de Brahms o de Beethoven al fondo de sus permutaciones sonoras. Como fantasmas de lo que fuimos, que vienen a beber en esta ofrenda musical como las almas del averno griego. Caí en la cuenta de que a él no le exigimos la mala conciencia descolonizadora, ni una revisión de ritmos candomblé para perdonarle por componer sin dar la espalda al eco de la grandeza artística europea.

Es lo que es. Todas estas realidades que permite la cultura, las preguntas que los artistas añaden a la conversación pública, al igual que las líneas de la buena información, construye ciudadanos. No existe incoherencia, sin embargo, en que petulantes siervos de la ficción del poder, se carguen, por ejemplo, el mejor programa cultural de la radio pública. ‘El ojo crítico’ ha caído de la primera cadena de Radio Nacional. Demasiados callan, o peor, viven mejor en las consignas que no admiten preguntas. En el último grito.